No hay ninguna duda que Manizales ha venido creciendo y desarrollándose enormemente en los últimos años. Cualquier visitante que hace más de seis años no haya venido a nuestra ciudad, cuando lo haga se va a encontrar con otra muy distinta a la que dejó.
En el tema de vías y avenidas la ciudad se ha transformado, lo mismo que en construcciones de conjuntos y edificios. El sector de La Florida en Villamaría, que parece otro barrio de Manizales, está totalmente desarrollado. Hace unos años era improbable que se pudiera construir sobre la ladera de la Avenida Alberto Mendoza bajando hacia Expoferias. Hoy vemos como sobre esas lomas se están desarrollando edificios de gran altura. Cuando se construyó el cuarto carril de la avenida la estabilización de la ladera fue difícil y se requirió la construcción de muchos muros de contención. En esa entonces era temerario pensar en construir en la ladera, porque se consideraba que todo lo que se construyera allí se podría derrumbar. Ahora hay claridad que la construcción de estas edificaciones están contribuyendo para garantizar la estabilidad de la ladera.
La topografía de Manizales exige que en gran parte de los terrenos, antes de construir se requiere hacer estudios geológicos y diseños que garanticen, que las construcciones sean seguras y que no vayan a tener problemas por instabilidades del terreno.
Este crecimiento de la ciudad ha permitido también su fortalecimiento como Ciudad Universitaria. Desde hace cinco años se tiene en nuestra ciudad el programa "Manizales Cómo Vamos" mediante el cual se le hace un seguimiento a la ciudad sobre su calidad de vida con una serie de indicadores que monitorean cómo anda la ciudad. 
Recientemente fue presentado el informe "Cómo Vamos en Educación Superior" y según parece la ciudad está cumpliendo con su objetivo de ser una Capital Universitaria como se estableció en el P.O.T. o como también se le ha conocido: "Manizales Campus Universitario".
La ciudad se ha vuelto muy atractiva para que los estudiantes hagan sus carreras, especialmente porque la ven como una ciudad agradable, calmada, con un tamaño apropiado, con un clima que invita a estudiar y sobre todo si se compara con las otras ciudades del país, es una ciudad segura. 
El año pasado se matricularon en las universidades de la ciudad 17.445 estudiantes nuevos, con un crecimiento del 17% frente al 2015. La ciudad contaba en el segundo semestre del año pasado con 46.718 estudiantes en las modalidades de educación superior: presencial, a distancia y virtual. Se estima que el 59% de los estudiantes son de Manizales, el 12% son de otros municipios de Caldas y el 28% son de otros departamentos. Los estudiantes que vienen de otros departamentos en su mayoría son de Nariño, el resto de Risaralda, Tolima y Valle del Cauca.
Merece destacarse del estudio, el resultado que arrojó las matrículas en modalidad virtual -que es el que se hace por medio del internet- la cual está creciendo anualmente en más del 100% y el alto crecimiento que han tenido nuestras universidades en matrículas para doctorados y maestrías.
Sin lugar a dudas Manizales ha tenido una clara vocación por la educación a lo largo de su historia. Las universidades de la ciudad se agremiaron a través del Sistema Suma, la alcaldía, la Fundación Luker y el sector empresarial han liderado un programa que busca consolidar a Manizales como ciudad universitaria de clase mundial. Hay que resaltar que gracias al Sistema Suma se permite entre otras, que los estudiantes matriculados en las universidades de la ciudad puedan inscribir hasta dos asignaturas en otra universidad.
La vocación universitaria de la ciudad contribuye enormemente para dinamizar su economía. Se considera que el gasto total de los estudiantes en el año es de $337.000 millones, cifra nada despreciable. El 67% de estos gastos son para pagar matrículas, vivienda y alimentación. En el tema de la alimentación para los estudiantes, el cambio cultural de no almorzar las familias en las casas, motivado también por la decisión de no contratar empleadas del servicio doméstico, ha contribuido en los últimos años al crecimiento de restaurantes, aumentado la oferta de estos de manera significativa.