No soy la hincha más furibunda, ni siquiera compré la última versión de la camiseta del equipo, simplemente desempolvé la de hace 4 años y tampoco me la puse en todos los partidos. El día fatal me vestí con un saco amarillo, para mezclar el optimismo con algo de realidad. Pero tengo que confesarles que grité y aplaudí como si fuera la más fiel de los seguidores que tiene la Selección Colombia, creo que eso nos pasó a todos. ¿Cómo no contagiarse de esa fiebre colectiva que nos subió hasta 40 grados? No me imagino qué hubiera sido de este país si hubiésemos pasado a la siguiente fase y habrá que esperar otros cuatro años para saberlo.
Lo cierto es que el fútbol colombiano ha mejorado mucho, tenemos muy buenos jugadores y un excelente técnico. A pesar de que James Rodríguez no pudo brillar como hubiera querido, pues su condición física se lo impidió, hubo muchos otros que sacaron la cara por él e hicieron su parte; Cuadrado, Muriel, Santi Arias, Quinterito, por nombrar solo a algunos. Pero, por supuesto, el más glorioso jugador en este mundial fue Yerry Mina, quien nos dio más alegrías que cualquier otro; la más grande fue en el partido contra Inglaterra, cuando ya parecía imposible que pudiésemos lograrlo y ahí llegó el gol, otro cabezazo como los anteriores, pero el más importante de los tres. El portero también hizo su parte, Ospina nos salvó muchas veces y sin su impecable desempeño la historia en este mundial hubiera sido muy distinta. Falcao fue un buen capitán, no brilló tanto como algunos lo esperábamos, pero se le vio ecuánime y afincado en su papel la mayoría del tiempo. A excepción de ese rato tan espantoso en el partido donde nos eliminaron; las faltas iban y venían, de ambos equipos, pero las tarjetas amarillas llovieron para nuestros muchachos. No soy una experta en fútbol, pero la actuación del árbitro que nos tocó en el partido contra Inglaterra nos dejó muy aburridos a todos. Yo sí me pregunto por qué un árbitro gringo fue escogido para ese partido, en donde la parcialidad fue muy evidente. Mark Geiger es un nombre que no olvidaremos los colombianos en mucho tiempo y no por buenas razones.
Otro que tuvo el cristo de espaldas en este mundial fue Carlos Sánchez, pobre hombre, siempre lo recordaremos por esos dos penales que nos perjudicaron tanto en este mundial, en el primero todos vimos la mano que metió, seguramente por puro instinto, pero ahí estuvo la falta que nos costó el partido con Japón. Y contra Inglaterra se “cargó” literalmente a Kane, ese jugador inglés que podrá patear muy bien pero juega muy sucio y Sánchez se dejó provocar en frente del árbitro.
Pero nos quedan muy bonitas imágenes para recordar, muchos momentos de alegría nos regalaron estos muchachos, que a diferencia de los jugadores de otros años vi más humildes, más espirituales, como cuando Mina dio las declaraciones después del partido contra Polonia y lo primero que hizo fue darle gracias a Dios y ofrecerle los resultados; eso es bonito y es un buen ejemplo para los niños que están mirando a estos jugadores como un modelo a seguir. Hoy regresaron a casa, los estaban esperando como héroes y se lo merecen, me uno a ese homenaje: Gracias muchachos por todas las alegrías que nos hicieron sentir en este mundial de Rusia 2018.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015