Estábamos entrando emocionados al Puente Carlos IV pasando bajo el arco de la Torre gótica. En aquellas épocas de luchas religiosas 10 cabezas de otros tantos protestantes decapitados fueron colgadas como escarmiento a la entrada del puente. Lo primero que se ve son las estatuas colocadas a ambos lados en las barandas del puente, 30 en total, casi todas barrocas. Son estatuas de santos y de patronos de la ciudad colocadas allí hacia 1700. Estas son copias, los originales están en el Lapidarium y son obra de varios escultores. Los principales fueron Jan Bokoff y dos de sus hijos. Se destacan las estatuas de Santa Lutgarda, la más admirada por su seranea belleza, el Crucifijo y el Calvario y San Juan Nepomuceno.
He aquí pormenores de algunas estatuas. A la orden mendicante de los trinitarios pertenecieron San Juan de Mata, San Félix de Valois y el beato Iván que recolectaban dinero para rescatar a los cristianos esclavizados por los infieles. Allí están en un grupo escultórico. Se destaca la figura de un turco que hace guardia con un perro en la celda donde hay tres prisioneros cristianos. Esta figura es famosa y la llaman “Turek na mosté”, el Turco del puente. La devoción a San Juan Nepomuceno, santo del que ya hemos hablado, fue promovida por los jesuitas para contrarrestar la devoción a Juan de Hus. Además de la estatua hay unos relieves que muestran el momento en que el santo fue arrojado al río. La figura del santo está desgastada pues los fieles, los turistas, todos (yo incluido) la hemos desgastado de tanto tocarla pidiendo favores al mártir. En el sitio donde el santo fue arrojado al río hay una cruz de Lorena metálica. Otra estatua muestra a San Vicente Ferrer y a San Procopio. Este es uno de los patronos de Bohemia. En el grupo se ve la cara contrariada de un rabino viendo el éxito de San Vicente en la conversión de judíos al cristianismo. Hay una estatua de San Adalberto que fue obispo de Praga. Me detuve para admirar la belleza del grupo escultórico de San Lutgarda. Se trata de una monja cisterciense que era ciega y recobró la vista al besar las llagas de Cristo. La estatua la muestra besando una de las llagas del Crucificado. El grupo de San Vito, mártir del siglo III, muestra a los leones que debían devorarlo y se dedicaron en cambio a lamerle los pies. San Vito es patrono de los bailarines. San Francisco Javier fue un misionero jesuita. Un árabe, un tártaro y dos orientales conversos lo levantan en sus brazos. La orden de los dominicos lleva como símbolo un perro. En latín se llamaban: “domini canes” los perros de Dios”. Las estatuas de Santo Domingo y Santo Tomás aparecen con la Santísima Virgen. Entre todas las estatuas se destaca el crucifijo de madera del siglo XVII que tiene adornos en oro.
La última estatua en ser erigida en el puente y con muchos años de diferencia con las anteriores es la de Santos Cirilo y Metodio, monjes griegos que trajeron el cristianismo a Bohemia además del alfabeto llamada cirílico. Son héroes nacionales y patronos de Europa. Las estatuas fueron esculpidas en 1938 en el despertar nacionalista que siguió a la independencia de Checoslovaquia y justo antes de la Crisis de los Sudetes. La famosa torre gótica de entrada fue parte de la fortificación de Praga y lleva las estatuas de San Vito (patrón del puente), el rey Carlos IV y San Wenceslao IV. Al otro extremo del puente hay dos torres.
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