Las operaciones de desminado humanitario avanzan en las regiones aseguradas por las Fuerzas Militares con dos objetivos: consolidar el control territorial y evitar el retorno de grupos armados, además de recuperar zonas productivas que fueron despobladas por el conflicto y el riesgo de las minas.
Una de estas son los Montes de María, que a pesar de ser una de las denominadas zonas de consolidación (áreas bajo control del Estado y libres de grupos ilegales), los artefactos explosivos instalados en años anteriores son un obstáculo para el retorno de desplazados y recuperar la producción agrícola.
Desde Carmen de Bolívar, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, reiteró que las “Fuerzas Militares están preparadas para acompañar y realizar el desminado”, que desde mayo debe comenzar en municipios por definir en Antioquia y Meta, tras el acuerdo entre el Gobierno y las Farc pactado en La Habana en marzo pasado.
Además, anunció que este año se debe ampliar de 13 a 19 los pelotones militares dedicados a esta labor y que integrarán cerca de 1.500 soldados. La meta del Gobierno es capacitar a 10.000 militares para ejecutar el desminado de las zonas contaminadas del país durante los próximos 10 años, gracias al acuerdo con la guerrilla en Cuba.
Algunos guerrilleros ayudarán a ubicar los campos minados.
Desminar para retornar
Los enfrentamientos entre grupos paramilitares y las guerrillas en la región de Montes de María desplazaron a miles de campesinos, cuyas tierras fueron minadas en medio de la disputa.
Para eliminar la amenaza, desde marzo de 2011 se ejecuta el plan de desminado en la población de Carmen de Bolívar por un pelotón de militares que dejaron las operaciones y el fusil y ahora tienen una misión no menos riesgosa: desenterrar las minas antipersonal que solo en ese municipio causaron 118 víctimas entre militares y civiles.
La Dirección contra Minas Antipersonal del Gobierno, indica que son 11.073 víctimas en todo el país. Y Bolívar es el sexto departamento más afectado con 603 personas, desde 1990.
El avance del desminado y de programas del Estado como la restitución de tierras motivaron la visita ayer de los ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón y del Interior, Juan Fernando Cristo.
Mindefensa destacó la labor del pelotón de desminado de la Armada Nacional en Carmen de Bolívar. “Están limpiado esta zona para que los campesinos puedan regresar y beneficiarse de programas agrícolas e implementar la Ley de Restitución de Tierras”.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, debido al conflicto armado más de dos mil personas se desplazaron de la región de Montes de María, que durante los años noventa y hasta la muerte en un bombardeo del jefe guerrillero alias “Martín Caballero”, fue un fortín para las Farc por su posición geográfica y estratégica en el norte del país.
Justo en la zona donde se logró el golpe contra la guerrilla en octubre de 2007, el ministro Pinzón recordó que los frentes 35 y 37 recurrieron al uso de las minas antipersonal para frenar la ofensiva militar que, al final, las desterró de la región.
“Los grupos paramilitares y las estructuras guerrilleras de ‘Martín Caballero’ llenaron estos territorios de minas y masacres”, aseguró Pinzón, quien destacó que la realidad hoy vislumbra desarrollo para la zona “gracias al valor de estos hombres que están dispuestos a tomar un riesgo que nadie más tomaría por el bienestar de los colombianos”.
Territorios desminados
En la actualidad son 539 los militares que integran el Batallón de Desminado número 60 del Ejército Nacional los responsables de eliminar las minas antipersonal, las municiones sin explotar y los restos explosivos para recuperar zonas en conflicto o abandonadas por sus habitantes.
Hasta ahora, han logrado limpiar 2 millones 24 mil 614 metros cuadrados y desminar cuatro municipios: San Carlos y San Francisco (Antioquia), El Dorado (Meta) y Zambrano (Bolívar). Y se avanza en otros 14, entre ellos Samaná, El Dorado, Vista Hermosa, Carmen de Bolívar, San Vicente de Chucurí, El Carmen, Cocorná, Granada, Nariño, San Francisco y Carmen de Viboral, los últimos seis en Antioquia.
Según un oficial a cargo del desminado, “es una tarea dispendiosa y lenta en terrenos montañosos como en Antioquia o Caldas, porque los desminadores deben rastrear el terreno metro a metro”. Sus únicas herramientas, aparte de su traje protector contra explosiones, son su destreza, visión, detectores de metales y perros entrenados.
Pero los pelotones son hoy insuficientes para la demanda de 102 municipios que lo reclaman con celeridad.
Así lo reconoce el director de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal de la Presidencia, general (r) Rafael Eduardo Colón, al explicar que “son 92 municipios priorizados, de un total de 688 municipios con afectación por minas antipersonal. El 60 por ciento del territorio nacional”.
Por eso hay gran expectativa en las regiones afectadas por el plan de desminado producto del acuerdo entre el Gobierno y las Farc logrado en los diálogos de paz. Se espera que inicien en mayo próximo en tres zonas de Antioquia y otras tres en Meta. Entre ambos suman 3.577 víctimas.
El director de la Campaña Colombiana Contra las Minas, Álvaro Jiménez Millán, considera que el acuerdo debe impulsar este proceso de desminado que “va lento porque es labor exclusiva del Gobierno, pero imposible en muchas zonas de Antioquia, Meta, Cauca, Norte de Santander donde están activas las guerrillas”.
Las “barreminas”
Para agilizar la eliminación de las trampas explosivas usadas por las guerrillas para frenar a las tropas y proteger sus campamentos y cultivos de coca, el Ministerio de Defensa y el Ejército tienen otro aliado para avanzar con el desminado en los 890.139 kilómetros cuadrados afectados: las nueve máquinas “barreminas”.
De acuerdo con la Dirección Técnica del Batallón de Desminado, a cargo de su operación, son “vehículos diseñados para soportar las explosiones con daños menores y algunos son conducidos directamente con blindaje para proteger al conductor o pueden operarse a control remoto”.
El Ejército cuenta con cuatro tipos: el Hitachi (Japonés), Mini Mine wolf (Alemania), Bozena (Austria) y el Dok-ing (Estados Unidos).
Según la Dirección contra Minas Antipersonal con estas máquinas han contribuido a despejar al menos 100.000 metros cuadrados en Barbacoas y Samaniego (Nariño), Chaparral (Tolima), Vistahermosa (Meta) y San José del Guaviare (Guaviare).
La más reciente “barreminas” (marca Dok-ing) llegó a finales del año pasado al servicio de la Sexta División del Ejército, con jurisdicción en Caquetá, Putumayo y Amazonas.
En estas regiones críticas donde el conflicto está latente y donde tiene presencia el bloque Sur de las Farc, el más fuerte junto con el bloque Oriental, aún es imposible hacer desminado humanitario en las poblaciones afectadas.
Por eso el destructor de minas es hoy usado por los militares para la limpieza de las zonas de entrenamiento militar, donde pueden quedar en el terreno restos de municiones sin explotar como granadas de mortero.
Pero según los altos mandos militares, si tiene éxito el proceso de paz y se desmovilizan las Farc, la “barreminas” se usará en terrenos aptos donde sus poderosos martillos destruyen o detonan los artefactos explosivos sin riesgo para los militares.
Incluso, los campesinos que habitan zonas donde se ha usado relatan que se benefician del paso de la barreminas. Como Luis Roberto Sanabria, labriego de 81 años que fue desplazado en 1999 y retornó a Carmen de Bolívar. “Las máquinas dejaron sueltica la tierra y lista para arar”.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015