El ornitólogo manizaleño Jorge Eduardo Botero Echeverri en el 2013 en el PNN Los Nevados

Fotos | Cortesía Wladimir Giraldo | LA PATRIA

El ornitólogo manizaleño Jorge Eduardo Botero Echeverri promovió la ciencia ciudadana y compartió sus conocimientos en pro de la conservación. 

LA PATRIA | Manizales

“Que Jorge vuele tan alto como los gavilanes que nos enseñó a esperar", es la frase que une a amigos, colegas, pupilos y avistadores para despedir al ornitólogo, conservacionista y pajarólogo manizaleño Jorge Eduardo Botero Echeverri. 

El mentor de investigadores de las aves falleció el lunes a la medianoche, pasados los 70 años. Se conoció que desde finales del 2023 empezó a sufrir quebrantos de salud y desde hace 20 días estaba hospitalizado. 

“Jorge era entusiasta para los censos de acuáticas, en esta temporada que comenzamos en febrero no asistió, le gustaba ir a las tres localidades”, comentó Javier Salazar Arias, geólogo y miembro del Grupo de Estudios de las Aves (GEA).

Trayectoria de Jorge E. Botero

Botero Echeverri estudió Ingeniería Agrícola en la Universidad Nacional. Trabajó en el centro Wildfowl and Wetlands Trust en Inglaterra, que promueve la conservación de las aves acuáticas. Cursó en la Universidad de Wisconsin (EE.UU.) la maestría en Ecología de Fauna y luego un doctorado en la misma área.

Ana María Castaño y Patricia Falk, de la Red Nacional de Observadores de Aves (RNOA); Catalina Casas, de Audubon Américas; y su amiga y compañera en el GEA Ute Teske reseñaron la trayectoria del caldense, quien participó en la fundación de la Sociedad Caldense de Ornitología (SCO), en 1983; impulsó primer encuentro nacional de ornitólogos, en 1987; y de la Asociación Colombiana de Ornitología, en el 2002.

Hace 23 años promovió la conformación de la RNOA, recibió el reconocimiento Rodrigo Vélez de Bedout a toda una vida en la pajarería, participó en la formulación de la primera Estrategia Nacional para la Conservación de la Aves y en el 2008 promovió desde la SCO la coordinación nacional de los censos navideños de aves y censos de acuáticas, iniciativas de ciencia ciudadana para el monitoreo de aves”, precisaron.

Jorge Eduardo Botero Echeverri acompañado del ingeniero electrónico y electricista Juan Antonio Ocampo y de su amiga Ute Teske en un censo navideño de aves hace unos 10 años.

En su paso por Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé), como líder de la disciplina Biología de la Conservación hasta el 2014, Botero Echeverri desarrolló proyectos para promover la inclusión de la conservación de la biodiversidad y en especial de las aves en el gremio caficultor. 

Su amigo Gabriel Cadena, exdirector de Cenicafé y exrector de la Universidad Autónoma de Manizales, resaltó sus publicaciones con impacto en Colombia, Estados Unidos y Canadá. “Uno de sus logros fue que Planalto en Chinchiná se reconociera como una reserva natural, gracias a su empeño, trabajo y dedicación a la ciencia”. 

El médico veterinario y zootecnista Óscar Castellanos Sánchez también recordó la lucha social que dio cuando se intentó hacer una extracción de madera en Río Blanco. “Dio la pelea para que no se realizara este tipo de explotaciones en esa reserva forestal”.

Álvaro Gaitán, actual director de Cenicafé, destacó el legado que Botero Echeverri le dejó al país con el enfoque de educación ambiental sobre la diversidad en fauna y flora en las zonas cafeteras y la importancia de preservarla, como un diferencial en la producción ante compradores del mundo. 

“Él sabía siempre que la ornitología y el medioambiente son una responsabilidad global. Ahora nos la dejó y se fue para otro viaje, otra migración, con sus alas en el alma donde le vamos a seguir seguramente”, expresó Ute Teske, su amiga desde hace 15 años, y con quien publicó en el 2011 el libro Alas en el alma, Pájaros de Manizales, en compañía de Tatiana Gutiérrez Giraldo, María Teresa Jaramillo Jaramillo.

Foto | Archivo | LA PARIA 

Ute Teske, Tatiana Gutiérrez Giraldo, María Teresa Jaramillo Jaramillo y Jorge Eduardo Botero Echeverri en el 2011.

La importancia de la divulgación en la ciencia

Rocío Espinosa, coordinadora del componente de educación ambiental y alianzas estratégicas del proyecto Paisajes Sostenibles, expresó que Botero Echeverri fue su tutor en la vida profesional cuando ingresó a Cenicafé en el 2007. “Era una persona muy apasionada por las aves, por la ciencia, por la investigación y, sobre todo, por la divulgación científica”, apuntó.

El ornitólogo fue editor de Merganetta, publicación de la SCO desde 1988 hasta el 2014. También creó y escribió las Biocartas, un boletín sobre la biodiversidad regional para dar a conocer resultados de los estudios. También lideró Esperando Gavilanes desde el 2002, una campaña anual para llamar la atención sobre el paso de las bandadas de gavilanes migratorios por Caldas. En el 2021 con un grupo de amigos fundó el Grupo de Estudio de las Aves, con el cual tenía planeado publicar el Boletín Ornitológico de Caldas. 

Era generoso, buscaba la inmortalidad compartiendo el conocimiento, no se guardaba información”, aseguró Salazar-Arias, quien guarda con aprecio Un compañero neotropical, el libro que Jorge le regaló en septiembre pasado la última vez que lo vio. 

Rigurosidad, característica de Jorge E. Botero

El ecologista caldense fue creando una escuela desde las conferencias que dictó, las salidas de observación que organizó y las tesis que dirigió. Cristina Aristizábal, profesional de Parques Nacionales Naturales, mencionó el amor por las aves y la investigación que le inculcó Botero Echeverri. “Él era de la política del que no escribe no existe. Todo había que publicarlo, y era de los que más publicada en temas ornitológicos. Se esmeró mucho por la actualización de las aves en Manizales y Caldas, demostró el tesoro oculto que era el departamento”. 

Castellanos Sánchez y Andrés Mauricio López, magíster en Ciencias Biológicas, coincidieron en la mirada crítica y estricta a la hora de abordar los datos y temas que tenía su mentor, les enseñó a investigar con rigurosidad, honestidad, objetividad, pasión y rectitud. 

La bióloga Kelly Orozco trabajó con el ornitólogo entre 2013 y 2016, juntos analizaron cerca de 31 mil registros de la avifauna en Manizales y municipios aledaños, no buscaban datos extraordinarios, querían evidenciar la importancia del monitoreo para la conservación. “Su enseñanza fue valorar cada aporte, desde cualquier disciplina o hobbie, porque cada acción cuenta para conservar desde la pasión y el amor por la aves”, anotó.

Era conocido por ser reservado con su vida privada, pero Orozco tuvo el privilegio de que Botero Echeverri le abriera las puertas de su casa en el barrio Belén, donde vivía con su mamá, quien falleció en abril pasado; su mascota Panda, un Jack Russell Terrier; y las palomas que criaba en su jardín trasero. “Más que un apoyo académico, se convirtió en un amigo. Le gustaba hacer las cosas bien, pero a su ritmo. Se tomaba su tiempo para desarrollar sus proyectos. Más que correr y publicar, lo hacía con detenimiento, con buenos análisis”, puntualizó. 

Misa en memoria de Jorge E. Botero

Este jueves, 29 de febrero, a las 4:00 p.m., se realizará una misa en memoria de Jorge Eduardo Botero Echeverri, en la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores del barrio La Estrella.

Cátedra ambiental ornitológica

En la charla de cierre del evento Manizales, una biodiverciudad, el 15 de octubre del 2021, el conservacionista caldense Jorge Eduardo Botero Echeverri propuso la creación de una cátedra ambiental ornitológica para que en las instituciones educativas de Manizales se enseñara sobre aves de Colombia. “Que no solo nos enseñan de hipopótamos, jirafas, rinocerontes; que nos enseñen desde la primaria, desde los inicios, de la educación sobre las aves que tenemos en nuestro territorio”, afirmó. También expuso la necesidad de elaborar un atlas de la biodiversidad del municipio. 

Libro Rojo de las Aves

El ecólogo caldense Jorge Eduardo Botero Echeverri fue uno de los 104 colaboradores del Libro rojo de aves de Colombia, en compañía de su pupilo Óscar Castellanos Sánchez reseñaron el chivito de páramo (Oxypogon stuebelii). Conozca más de sus publicaciones en: https://www.researchgate.net/profile/Jorge-Botero

Jorge E. Botero fue un asesor del Congreso de Aviturismo de Manizales, participó como tallerista y también como conferencista. Además desde colaboró en la curaduría de la exposición Aves en el arte. "Decía que por medio de las artes también se podía hacer conservación, pues llegaba a otro público que no veía las aves para investigarlas", comentó la bióloga Kelly Orozco.

Más reacciones

Juan Manuel Arbelaez, miembro de la Sociedad Caldense de Ornitología

Jorge Eduardo contribuyó invaluablemente al conocimiento de la avifauna en Caldas, de forma disciplinada y constante ayudó a que el departamento esté altamente posicionado en el aviturismo tal y como está hoy.

Mauricio Ossa, presidente de la Sociedad Caldense de Ornitología

Fue miembro activo durante muchos años de la Sociedad Caldense de Ornitología haciendo grandes aportes a la ciencia,  también desde Cenicafé y las entidades donde trabajó; y últimamente en el Grupo de Estudio de las Aves que conformó junto a otros otras personas amantes también de las aves, de la ciencia, de la ornitología. 

Ute Teske, miembro del Grupo de Estudio de Aves de Caldas - GEA 

Jorge Botero con Alas en el Alma

Conocí a Jorge Botero hace unos 15 años aproximadamente a través de sus publicaciones científicas ornitológicas y de conservación en Cenicafé y el proyecto “Esperando gavilanes” de la Sociedad Caldense de Ornitología. Él nos había invitado a mí y a María Helena Estrada a pajarear en el bosque de Planalto/Cenicafé y nos “contagió” con su afición por las aves y la fauna y flora en general de Manizales, Caldas y el país, su investigación y conservación, como a muchísimas personas que le acompañaron a lo largo de su vida en sus estudios y a las que dejó su enseñanza, su amor, su preocupación y responsabilidad por las aves y una naturaleza en equilibrio. Nos volvimos grandes amigos y compañeros los que disfrutamos y estudiamos con Jorge las aves y su hábitat en Caldas y casi todos los departamentos del país, le apoyamos en sus investigaciones y publicaciones, nos llenamos de orgullo cuando nos citaba en las publicaciones y celebramos juntos los logros. Jorge nos contagió siempre con su alegría igual que con su gran preocupación por nuestro medio ambiente y su futuro para las generaciones futuras. Siempre junto con un equipo de colaboradores y compañeros, Jorge se comprometió con la formalización de la Sociedad Caldense de Caldas y el desarrollo de sus actividades procurando siembre el estudio científico de las aves, las salidas de campo y los censos de aves, y a publicar el conocimiento y a sensibilizar a la gente por el fin de la conservación de la avifauna y su hábitat en la región, el país, el continente y el mundo. Él sabía siempre que la ornitología y el medio ambiente son una responsabilidad global. Ahora la nos dejó y que se fue para otro viaje, otra migración, con sus Alas en el Alma donde le vamos a seguir seguramente. Hasta entonces

Temas Destacados (etiquetas)