RICHARD AGUIRRE
LA PATRIA | MANIZALES
El escritor, ensayista y poeta William Ospina tiene a Manizales como referente. A sus 4 años conoció esta ciudad, y desde entonces es inevitable que compare las del resto del mundo que visita con la capital de Caldas.
La última vez que nos visitó fue el pasado viernes para dictar la conferencia Solidaridad y futuro, en el foro Justicia ambiental y desarrollo legislativo, que tuvo como objetivo conversar sobre el impacto del cambio climático, organizado por la Fundación Unidos por el cambio, la Universidad de Caldas y la Secretaría del Medioambiente de Manizales.
LA PATRIA aprovechó su presencia para hablar del proceso de paz con las Farc, de los retos que tiene Colombia, y de sus nuevos proyectos literarios.
Parar en seco
- Acaba de publicar Parar en seco, su nuevo libro, ¿de qué se trata?
Ya debe estar saliendo a las librerías. Es una reflexión sobre el trasfondo cultural que implica el cambio climático y las tareas culturales que hay que hacer para enfrentarlo.
- ¿Qué se está haciendo para enfrentar el cambio climático?
En el país casi todo se está haciendo mal, pero lo peor es que en el mundo también pasa lo mismo. Son muchas las cosas que hay que enfrentar, los males que corregir. Si de algo no puede quejarse la juventud de hoy es de no tener tareas, porque nunca una generación tuvo tantas y decisivas tareas como la de esta época.
- ¿Cómo influye la moral en su reciente libro?
El desafío del mundo es científico, técnico, político y económico, pero es fundamentalmente moral y ético. La humanidad tendrá que cambiar su idea de sí misma y de civilización que se ha propuesto, si quiere garantizar la supervivencia del mundo.
Proceso de paz
- ¿Qué futuro le ve a Colombia?
Firmar el acuerdo con las Farc, con las otras guerrillas y los otros actores armados es necesario, pero tiene que llegar el día en que el Estado también dialogue con la ciudadanía que cumple con la ley y los impuesto, pero que está reclamando cambios urgentes para el país. No es posible que la agenda del país se negocie con la guerrilla, pero no con la ciudadanía.
- ¿Por qué lo dice?
Un conflicto como el que hemos vivido requiere una corrección profunda de las condiciones que hicieron que naciera y que durara más de 50 años. Si no hay cambios económicos, sociales y políticos sustanciales, toda promesa de paz será un engaño.
- Si se da el diálogo con la ciudadanía, ¿sobre qué parámetros deben estar sustentados los cambios?
Ya es posible formular una agenda nacional que coincida con la tarea planetaria, como la sustitución del modelo energético, el cambio climático, la reforestación y la construcción de un proyecto de juventudes que entregue alternativas educativas, porque no podemos volver a pagar 50 u 80 años los efectos de la guerra. Hay que darle una oportunidad al futuro.
- ¿Ya nació la nueva Colombia o aún falta?
No creo. Desafortunadamente un acuerdo que apoya solo el 20% de la población y al que el 80% le dio la espalda no promete mucho en términos de reconciliación y convivencia.
- ¿Qué percepción tiene de la posición que plantea el Centro Democrático?
Es una apuesta política que busca entorpecer el proceso, porque tienen aspiraciones electorales y quieren que el acuerdo se convierta en el tema principal del debate electoral, lo cual sería un error, porque la agenda nacional es mucho más amplia.
El papel de los medios
- ¿Cómo periodista, qué percepción tiene del trabajo que se hace en los medios de comunicación?
Son muy poderosos y tienen gran capacidad de influir sobre la humanidad. A veces la humanidad cree que todo lo que oyó es verdad. Los medios también tienen una gran responsabilidad y no son conscientes de ello. Por ejemplo, ayer hablábamos de las personas que naufragaron en el Mediterráneo y hoy nadie nos cuenta que más pasó con ellos. La noticia se volvió una mercancía.
- ¿Falta mucho entonces?
A veces forzados por las dinámicas de la época tienden a ser superficiales y noveleros. No siempre estamos tan comprometidos con lo que se habla cotidianamente, pero también es una característica de la época, que ahora quieren que cada ser humano cargue con el efecto de lo que pase en el mundo, pero solo somos testigos de lo que pasa. Lo otro es que nos hace falta contar las cosas buenas que suceden, porque casi siempre solo es noticia lo desastroso.
- ¿Cómo sería una buena noticia?
La principal noticia debería ser que la mayor parte de la gente es pacífica, que trabaja, que trata de construir un país mejor. Hay que prestarle atención a lo que pasa en el país y a la gente responsable.
"Vivir es una fuente permanente de aprendizaje. Aunque veo con mucho respeto la academia, siento que debe romper sus muros, porque estamos confundiendo la escuela y la universidad como unas estructuras y unos muros".
"O el conocimiento es para todos o no vale la pena. El mundo requiere una gran revolución de la educación, porque aprendemos toda la vida".
Sobre Ospina
* William Ospina.
* Nació en Herveo (Tolima) el 2 de marzo de 1954.
* Abogado, periodista, escritor, ensayista y traductor.
* Algunos libros: El año del verano que nunca llegó (2015), Pa que se acabe la vaina (2013), La serpiente sin ojos (2012), El país de la canela (2008), ¿Dónde está la franja amarilla? (1995).
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