Tener el médico a la mano ya no está a una llamada de distancia, ahora las aplicaciones móviles les permiten a los pacientes conocer sobre su enfermedad, tratamiento y posible diagnóstico.
Por ello, la tecnología también ha permitido que las personas se encarguen de su autocuidado y consulten de manera interactiva y didáctica sobre sus inquietudes y pasos a seguir antes de visitar al médico. Según el último estudio del Instituto Informático para Salud, para el 2014 las personas en todo el mundo han invertido $4.500 millones en la compra de una aplicación de salud. Se espera que para el 2017 la cifra crezca a $23.000 millones.
"Aunque aportan información válida, hay que tener cuidado con ellas porque en definitiva la evaluación personal con el médico determinará qué exámenes o cuidados se deben tener sobre patologías específicas", sostiene Andrea Jiménez, médica general de la Universidad de Manizales.
La profesional añade que lo que rescata de esta tendencia es que el paciente llega con conocimiento sobre lo que le sucede, pero recomienda que en el caso de padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o problemas cardíacos, es vital que asista a su EPS.
Estudio
The App Date España, fundación telefónica de Madrid, se encargó de publicar este año un estudio sobre las 50 mejores apps de salud en español, las cuales que destacan por su calidad, utilidad médica y contribución a la mejora de la salud.
En el documento se revela la importancia que tienen estas aplicaciones en la vida de los seres humanos y resalta la diferencias entre todas ellas. "Unas por ejemplo, tienen la función de aportar información completa y detallada sobre alguna patología determinada . Otras educan y sensibilizan, monitorean la enfermedad, ayudan al diagnóstico, permiten el seguimiento del tratamiento y dan información como consejos últiles para mitigar la incidencia de la enfermedad", señala la investigación.
Lo que ofrecen
Poder: el médico ya no es el único que decide y vela por nuestra salud, nosotros también somos responsables de nuestra calidad de vida.
Cambio de hábitos: existen numerosas aplicaciones destinadas a controlar la actividad física, la dieta o los cigarrillos consumidos por el usuario para incentivar unos hábitos de vida más saludables, a través de juegos (niveles, puntos, premios, etc.) que fomenten la motivación del usuario en el cambio de su conducta.
Interacción: el paciente puede ir incorporando los síntomas que percibe (estado de ánimo, dolor, fatiga, etc.) o determinados niveles (presión arterial, glucosa, etc.) de forma periódica y en cualquier momento y lugar, lo que permite un fácil seguimiento por parte de su médico.
Según el último estudio del IMS Institute for Healthcare Informatics, son ya más de 97.000 las apps de salud y medicina que se pueden descargar desde todas las tiendas de aplicaciones móviles.
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