La salamineña Beatriz Echeverri dejará la escultura

Artista de regreso a su tierra natal

Fernando Rodríguez

LA PATRIA | MANIZALES

“Me dedico al arte y soy escultora”, afirmó la salamineña Beatriz Echeverri, quien estuvo de visita en su Salamina donde nació en 1936. Asegura que adora esta población, a pesar de vivir en Bogotá.

Recibió clases con el maestro David Manzur durante 12 años, estudió grabado durante un año en la Universidad Nacional y Jardinería en el Jardín Botánico de Bogotá. Dijo que llegó a la escultura investigando, porque con Manzur estudió técnicas de pintura y dibujo.

Sobre su primera escultura recuerda que: “rellené un pantalón con aserrín de madera, lo envolví en bandas de yeso, le di movimiento, lo forre en resina, lo pulí y envolví en cuero”. No se explica cómo llegó al cuero, pero afirmó que “la primera cosa que uno tiene en la vida es la piel y quería hacerla más materia propia”.

Ha trabajado figura masculina y femenina. Entre risas, recuerda: “mi primera obra fue una mujer con el sexo cosido y la puse Celestina. Fue para la Galería El Minuto de Dios, con el padre García Herreros. Me gané el primer premio y desde eso comenzaron a llamarme las galerías”. Asegura que desde que comenzó a trabajar con cuero ha tenido mucho éxito. Después de su primera exposición en el taller de Manzur, la OEA le compró una figura de una mujer, también hecha en cuero.

Acaba de hacer un torso para un cliente inglés que vive en Miami. Lo trabajó a la cera perdida y luego lo mandó a fundir. También tiene los diseños de una obra en hierro para un edificio en Medellín.

Dejará la escultura

Dijo que tiene que cuidar su salud y que el trabajo con la resina la puede afectar, por lo que ahora moldea en barro, manda a sacar el molde en resina y cuando se la devuelven, lo forra en cuero.

“Quiero seguir investigando. Pero no más escultura, con lo que tengo ahí voy a parar”, explicó. Ahora piensa hacer cuadros en cuero. Según la artista, todo la inspira y necesita de la soledad y la música para crear. Gusta de la música de Beethoven y Bach y le encanta la Gregoriana. Le fascina Francis Bacon y admira a Fernando Botero, pero su artista predilecto es David Manzur. “Hay quien dice que copié a Botero, pero somos completamente distintos”, explicó.

Se considera buena mamá y artista y se define como una persona tímida, positiva y sobre todo terca. “Si usted se quiere, quiere a las demás personas. Me gusta la gente puntual y honesta”, dijo. “Los salamineños nos destacamos en todas partes, por eso debemos seguir sintiéndonos orgullosos. Hay que hacer un esfuerzo para salir adelante con esta ciudad. No podemos decaer”, concluyó.

En Salamina

La artista participó con una obras en la XI Exposición Luz que se realizó en Semana Santa en el Club Chamberí, junto a pintores, fotógrafos y poetas, la mayoría de ellos de este municipio. Por petición del párroco de la Inmaculada Concepción de Salamina, la artista Beatriz Echeverri, intervino una talla en madera del altar principal de la Basílica Menor de la Inmaculada. “La talla de la cena que tiene el altar en madera, fue cubierta en laminilla de oro y de plata, por la artista salamineña, Beatriz Echeverri. Quedó espectacular y se puede apreciar desde cualquier lugar de la Basílica. Debemos apreciar el valor del arte, por eso nos asesoramos de esa gran artista”, dijo el párroco de la Inmaculada de Salamina, Roberto Ramírez Zuluaga. Y agregó: “el trabajo no tuvo ningún costo. Yo tenía parte de la laminilla de oro, Beatriz mandó a comprar la de plata”.