Se les mete la lluvia y temen por cancha

JOHNNY GUTIÉRREZ

LA PATRIA | MANIZALES

Escenarios deportivos estrechos y en mal estado, ventanas sin vidrios y techos rotos por donde entra la lluvia, interrumpiendo las clases. Son los problemas que aquejan la escuela General Santander, ubicada en la vereda El Palo, de Risaralda.

"La planta física está deteriorada. Es vieja y el clima es muy hostil en esta zona. Los espacios de diversión son mínimos", explicó Víctor Mario Aguirre, docente y coordinador del plantel.

Hay baldes y traperos en el salón de tercero. "Cuando empieza a llover tenemos que suspender las clases y apartarnos de la pared, porque las ventanas no tienen vidrios. Reaccionamos rápidamente y nos ponemos a trapear", comentó Martha Orrego, docente.

La jornada escolar culmina a las 12:30 del mediodía. Cuando llueve fuera del horario regular de clases, la maestra sabe que tiene que madrugar para secar el aula. Si ocurre el fin de semana llega temprano el lunes.

El salón de primero tiene un inconveniente similar: en este caso el agua se filtra por otra parte. "El techo está malo. Caen goteras y ponemos baldes. Es muy maluco porque esta situación afecta el curso normal de las clases", aseguró Adiela Salazar, docente.

Sin espacios

El otro reclamo es que no tienen un terreno idóneo para las actividades recreativas y deportivas, en donde se puedan integrar los 80 alumnos del plantel.

Tampoco hay espacios adecuados para colocar las canecas de los desechos. "Las tenemos en el corredor. Los alumnos pasan por allí y se encuentran con ellas. Si las dejamos al aire libre se llenan de agua y generarían zancudos, lo que podría afectar la salud de los niños", dijo el coordinador.

William Ossa Valencia, rector del colegio Francisco José de Caldas, a la que pertenece la escuela, comentó que se solicitaron mejoras para la infraestructura en el 2012. El Ministerio de Educación los visitó y les dijo que no podía realizarlas.

Les aconsejaron buscar un terreno para hacer una nueva escuela, pues la actual sede no cumple con las condiciones para adelantar las obras. "Los terrenos que hemos visto son muy costosos. Se salen del presupuesto de las autoridades locales y departamentales. Seguimos en esa búsqueda", mencionó.

Juliana Holguín, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Risaralda, explicó que el dinero que tiene el municipio para invertir en educación es muy limitado y no alcanza para solucionar las dificultades de varias instituciones.

No obstante, en la escuela solicitan soluciones temporales para los daños en la edificación, mientras encuentran un espacio adecuado para construir la nueva institución.

Dice la Gobernación

Fabio Hernando Arias, secretario de Educación de Caldas: "No hemos recibido requerimiento de mejoras de esta institución. Pido a la alcaldía que nos informe de la situación para hacer un diagnóstico y gestionar los recursos".

Temen por cancha

Debido a la falta de espacios para recreación y deporte, los docentes de la escuela General Santander utilizan, eventualmente, la cancha de fútbol de la vereda El Palo para las clases de educación física y otras actividades. Temen que este espacio desaparezca, pues por allí está previsto que pase una carretera de la concesión Pacífico Tres. "Exigimos que nos digan donde la reubicarán", indicó el docente Víctor Mario Aguirre. LA PATRIA llamó en 10 ocasiones a Bruno Seidel Arango, gerente de la concesión, pero tenía el celular apagado.

Preocupados

Jorge Andrés Zapata Mejía

Cuando llueve nos toca poner baldes para que el salón no se moje.

Paula Andrea Zapata

Muy maluco cuando llueve, porque caen goteras y toca cambiar los baldes.

Sobre la cancha

Camilo Ortiz Valencia

Me gusta mucho jugar en la cancha. No me gustaría que la quitaran.

Santiago Maya Peña

En la cancha hacemos recreaciones. Ahí he hecho muchos goles.

Johana Cespedes

Hacemos educación física en la cancha. Es indispensable para nosotros. La necesitamos para seguir jugando. 

Así está este aro de la cancha de baloncesto del plantel. Piden espacios idóneos para hacer deporte.

El agua también se filtra por el techo del salón de primero. Con baldes intentan solucionar el problema.