En Villamaría (Caldas) Noruega deja de ser escuela y será Cultivarte

Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

El tablero verde conserva la última tarea para los niños de cuarto de la escuela Noruega: "Traer una hoja de blog, vinilos amarillo y azul. Traer tapitas plásticas de gaseosa y un palito, delantal, camiseta vieja y un periódico". "Eso fue antes de salir a vacaciones el año pasado", recuerda el niño Juan Mateo Valencia, quien ahora estudia en la Rafael Pombo.

La Noruega, en el barrio La Floresta de Villamaría, dejó de ser primaria en diciembre del 2016 para convertirse en un centro cultural, el cual será inaugurado este año. Un convenio del Municipio con Davivienda permitirá abrir Cultivarte, espacio para que niños de 6 a 12 años utilicen el tiempo libre.

A los 80 alumnos los pasaron para la Pombo, a unas cuatro cuadras en el sector de La Pradera. Juan Mateo comenta: "Yo quería mucho esa escuela, pero era peligrosa porque tiene muchas escalas, varios niños se cayeron. Estoy muy contento en la Pombo. Es más amplia y tiene cancha".

En pasado

La Noruega la empezaron a construir los primeros habitantes de La Floresta. La nostalgia entra a una modistería, justo a un lado del centro educativo. Allí Margarita Púlido cose vestidos y teje recuerdos. Con los Quintero, los Henao, los Parra, los Pineda, los Molano y otras familias construyeron la estructura, ladrillo a ladrillo y palada por palada.

Ella añade: "Llegamos de El Tablazo y por aquí no había donde estudiar. Los niños tenían que ir caminando por barriales hasta la Kennedy, en La Pradera. Con esfuerzo levantamos esta y aquí estudiaron nuestros hijos".

Orgullosa, con la mirada puesta en la Noruega, nombra a Inés, Wilson David, Jonhatan, Nelson Enrique y José Líder, sus cinco hijos graduados en el plantel que la comunidad levantó con las propias manos. "Eso sin contar a Santiago, un nieto que también estudió ahí".

La señora y el secretario de Educación de Villamaría, Adolfo Bustos, recuerdan que varios países hicieron donaciones después de la tragedia en el municipio, en Chinchiná y en Armero (Tolima), por la erupción y avalanchas del Nevado del Ruiz (noviembre de 1985). Una placa reseña: Los damnificados de la Floresta en agradecimiento a la iglesia Luterana, Villamaría 1987. "Esa donación para aportar en la construcción de la escuela llegó de Noruega", señala Bustos.

El centro educativo, en una ladera, incluyó salones en los que los alumnos quedaban ubicados por niveles, a manera de escalones. El profesor dictaba la clase desde la parte baja.

Adecuación

En la actualidad, la Alcaldía invierte $20 millones 600 mil para cumplir con la adecuación, pactada para que Davivienda abra Cultivarte. El secretario de Infraestructura municipal, Santiago Marín, dice: "Hemos reparado techos, canales, claraboyas, puertas, chapas, muros; se ha rebocado, pintado".

El banco dotará las salas y garantizará el desarrollo del proyecto con dos personas contratadas. Habrá taller de aproximación a las ciencias, ludoteca, salas virtual, audiovisual y de expresión. "La idea es que los niños aprendan a administrar su tiempo libre en actividades que les representen beneficios".

Bustos indica que se beneficiarán comunidades de La Floresta, El Descache, Jorge Eliécer Gaitán, Perfilados, La Alameda, entre otros. "Es una manera de descentralizar la cultura para que llegue a estos sectores".

Didier Alberto Parra, egresado de la escuela, coincide con doña Margarita Pulido en la nostalgia por el cierre de la escuela y en la alegría que utilizarán el sitio de nuevo. "Eso le dará vida a esta zona", dice él. "Ojalá hagan talleres para que también nos capacitemos los adultos, en mi caso, en modistería".

Por pasos

* En abril del 2016, Gustavo Ceballos, el rector de la Institución Educativa Jaime Duque Grisales, a la que estaba adscrita la Noruega, solicitó a la Secretaría de Educación de Caldas el cierre temporal de esa sede. Los argumentos: falta de matrícula y condiciones antipedagógicas en la infraestructura, además de no tener transporte y restaurante escolar.

* Un mes antes el Consejo Directivo del mismo colegio socializó y autorizó que la escuela se fusionara con otro centro educativo.

* El 20 de febrero del 2017, los directores de Núcleo de Villamaría, Clarivel Rojas y Jhon Jairo Muñoz, también recomendaron el cierre temporal por considerar que la planta no cumplía con condiciones técnico-pedagógicas.

* Al día siguiente, el alcalde, Juan Alejandro Holguín, certificó para que no hubiese matrículas este año.

* El 17 de marzo pasado, la Gobernación emitió la resolución que aprobó el cierre temporal.

Los estudiantes se ubicaban arriba y el profesor abajo.

Margarita Pulido recuerda los comienzos de la construcción de la escuela y celebra que se abrirá un centro cultural en el lugar.