Hasta hace unas pocas décadas, las montañas del norte de Manizales conocidas en su conjunto como Monteleón conformaban un bosque virgen, casi impenetrable, que era considerado la gran reserva ambiental protegida de la ciudad. Vinieron luego algunos desarrollos urbanísticos que se extendieron hasta el límite de dicha porción de naturaleza, y de acuerdo con el actual Plan de Ordenamiento Territorial esa zona debe mantenerse intacta, sin permitir su deterioro. Incluso los particulares que tengan terrenos allí tienen el deber de proteger esa gran riqueza que se traduce en la presencia de flora y fauna representativa de la región.
En la edición de LA PATRIA del pasado domingo se denunció que un particular decidió echar al suelo las especies nativas de una amplia zona de Monteleón con el propósito de sembrar allí algunas plantas de café, plátano y fríjol, sin respetar los mínimos principios de consideración por el bosque. Argumenta el deforestador que compró ese terreno hace poco y que puede disponer de él sin restricciones. El lugar está ubicado en la parte superior de la subestación de energía de la Chec, en el barrio Peralonso, y en él ya había actuado en el pasado en circunstancias similares la misma persona que ahora regresa con un objetivo privado y aparentemente ilegal.
Ya todo el daño está muy adelantado y recuperar lo perdido será prácticamente imposible, pero es válido el llamado hecho por los líderes comunales del sector para que la Alcaldía y Corpocaldas tomen cartas en el asunto. Lo más grave de esta actitud negligente es que el Tribunal Administrativo de Caldas, como consecuencia de denuncias similares a comienzos de esta década, tramitadas por medio de una acción popular, emitió en marzo del 2012 un fallo en el que ordenaba a esas dos instituciones garantizar que no se le haga más daño a esta zona de reserva, y por el contrario velar por el ambiente sano, el equilibrio ecológico y la defensa del patrimonio público.
Al propietario debe quedarle claro que así ese predio no pertenezca al Municipio de Manizales, su ubicación obliga a que las autoridades locales y ambientales intervengan para evitar que se le cause daño a un importante pulmón de la ciudad. Como bien lo dice la Personería en este caso se debe actuar en defensa de los intereses colectivos, por lo que la Policía y la Fiscalía también tienen el deber de intervenir para frenar el deterioro. Lo primero deberá ser comenzar un proceso sancionatorio impulsado desde Corpocaldas, pero si es el caso avanzar en los términos más amplios que permita la ley. Se cuenta con un fallo del Tribunal Administrativo para que se garantice la protección de la reserva.
Algo que nos debe enorgullecer a los manizaleños es que no solo estemos rodeados de montañas, sino que dicho relieve se encuentre cubierto por bosques llenos de biodiversidad, lo cual representa riqueza invaluable en un momento en el que los recursos naturales son cada vez más escasos. No podemos ser indiferentes frente a lo que está ocurriendo, hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger una zona que ha sido emblema de los valores ecológicos de Manizales. Si hay títulos legítimos de propiedad del predio en este caso hay que hallar las soluciones jurídicas que garanticen que no se seguirá perdiendo la batalla en la protección de Monteleón.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015