VIDEO:Las decisiones de un líder no tienen que ser populares

FERNANDO ALONSO RAMÍREZ

LA PATRIA | MANIZALES

Liderar una causa humanitaria mundial no parece asunto de banqueros, aunque un manizaleño lo hizo. Gabriel Jaramillo Sanint tuvo una destacada carrera en la banca comercial en cuatro países y en el momento cumbre de su actividad profesional, en el 2012, se fue a dirigir el Fondo Mundial contra la malaria, el sida y la tuberculosis, en Suiza.

El banquero filántropo visitó su ciudad el pasado lunes, invitado por la Universidad Autónoma, para hablar de liderazgo. Ya no está en el Fondo, pero lo posicionó como el de mayor recaudación en los de su clase, después de que lo recibió con poco futuro por cuenta de malas decisiones que hicieron que algunos financiadores le retiraran su apoyo, incluido el gobierno Alemán, el cual volvió a aportar y más de lo que ponía antes, pues los resultados demostrados los convencieron.

Jaramillo Sanint igual no cree que haya logrado durante sus dos años al frente del Fondo todo lo que se propuso. "Nunca se completa lo que se quiere hacer. Es imposible, sería como terminar el ciclo de vida".

Cree que las personas siempre deben experimentar campos nuevos, cosas sobre las cuales no saben nada, que fue lo que lo motivó a entrar en la salud global. "Era devolverle a la sociedad elagradecimiento por la suerte que tuve toda mi vida. Sigo entrándome en materias sobre las que no sé nada y eso me mantiene muy vital".

Usted llegó al Fondo en un momento muy complicado. Los financiadores habían perdido la confianza. ¿Cómo rompió los sesgos que podía haber en torno a su figura de banquero para liderar una causa social?

"No le puse cuidado a eso ni me puse defensivo, hice lo que tenía que hacer, armé un equipo y cambié la manera como se hacían las cosas para que el resultado fuera más efectivo. Me dediqué exactamente a eso, no a hacer política, sino a formar un equipo que pudiera ejercer el objetivo del Fondo: salvar vidas de la manera más contundente. Las personas se dieron cuenta que ese camino daba resultados".
 

Esa transformación la logró en 70 días. Tiempo suficiente para reacomodar las fichas, tomar las decisiones y salir de las personas que no se requerían para los propósitos. Por eso habla de tres pilares para las organización. Uno de control, otro a su lado de apoyo y en el vértice, debajo de las dos la acción, mucha gente haciendo lo que la entidad tiene que hacer. Plantea que las organizaciones tienden con el tiempo, muchas veces llevadas por el éxito, a hacerse muy complejas, y a la hora de la verdad pierden efectividad.

"Lo que hicimos fue aplicar una receta que funciona frecuentemente y es poner al máximo posible de personas a hacer lo que la institución debe hacer, financiar programas para salvar vidas, en el caso académico sería enseñar, en el caso de un hospital sería tratar. Los demás son unos pequeños centros de inteligencia: uno controlando, en auditorías, y otro en la parte de apoyo, como recursos humanos, áreas de comunicaciones, deben ser pequeñas y potentes, estar al serviciode la entidad como un todo, apoyando para que quienes están haciendo las cosas las puedan hacer y no entorpeciendo la vida de esas personas".

Liderazgo

Usted reivindica las reuniones, en tiempos de lo que llamoreunitis aguda. ¿Cómo se logran reuniones efectivas?

"Las reuniones efectivas son aquellas que tienen un periodo determinado para que sucedan. En ese periodo se da el debate y se exponen las ideas. Si al final se toman decisiones, no hay nada más útil que esas reuniones en una organización".

Y si quedan disidencias, ¿cómo avanzar a pesar de estas?

"El consenso es deseable, pero normalmente puede llevar a decisiones subóptimas. Debe haber un acuerdo ético entre las personas, entre las cuales todo mundo tiene derecho a expresarse y a ser escuchado, todas las opiniones serán consideradas, pero hecho eso habrá que decidir y no tiene que ser en consenso. Habiendo tenido la oportunidad de ser parte del equipo y de ser parte que llevó a la decisión que se tomó todo mundo tiene un compromiso ético de darle una oportunidad y de llevarla a cabo de la mejor manera".

Este manizaleño, para algunos tal vez el que ha ocupado un cargo más importante en el mundo, vino a hablar de liderazgo. Si menciona que se deben buscar decisiones colectivas, cómo no recordarle que la sociedad en la que él creció, la manizaleña, está marcada por cierto estado patriarcal, en donde las decisiones se toman verticales, se ordena y se cumple.

Los liderazgos que gustan en esta región son más autoritarios. ¿Cuándo hizo clic para buscar un liderazgo colectivo?

"Ese clic no existe. Y ser autoritario no es malo. Tomar decisiones es lo que le corresponde al líder, y las debe tomar y no tienen que ser todas populares, debe ser la mejor decisión en el momento que se pueda implementar. Aquí no hablo de cambiar estilos de la persona, sino de escuchar realmente las ideas, darles valor, interpretarlas y dejar que la decisión final sea moldeada por esos puntos divergentes".

¿Cómo se educa en escuchar, cómo se logra esa transformación?

"Escuchando".

¿Estamos más cerca de encontrar la cura al sida, la tuberculosis y la malaria?

"Lo bueno es que existe la solución para acabar con las tres grandes plagas, tenemos la batería de productos y el conocimiento. Se trata de un esfuerzo humano, de que esté financiado y el conocimiento de cómo hacerlo. Soy muy optimista, y creo que en mi vida, soy bastante mayor, vamos a ver grandes avances contra la malaria, el sida y la tuberculosis, aunque esta será la más difícil de todas, pero con sida y malaria soy bastante optimista".

Termina su charla, concede las entrevistas y va a hablar unos minutos con el rector de la Universidad, Gabriel Cadena. Afuera lo aguardan sus hermanos, quienes esperan al menos poder almorzar con este habitante del mundo que viene a Manizales con sus enseñanzas, pero, sobre todo, a compartir con su familia.

De Manizales

¿Cuándo el avión está aterrizando en Manizales qué se le viene a la mente?

"Me recuerda mis épocas de colegio, caminar por las calles de Manizales, vivir en la calle 23 cerca a la Catedral y al parque de Bolívar, son momentos inolvidables para mí y de gran cariño y de mucho calor".

¿Cuando quiere enseñarles manizaleñismo a sus nietos de qué les habla?

"De solidaridad. En Manizales hay solidaridad".

Destaca que las mejores universidades del mundo son las estadounidenses porque están pensadas para formar gente que piense en devolverle a la sociedad. ¿Cómo enseñar solidaridad?

"Las universidades tienen el papel de exponer a los estudiantes a empresas, a organizaciones y programas. La comunidad está llena de personas ayudando personas, y si exponen a los estudiantes a eso, ayudan desde la universidad para que esas organizaciones y programas sean más efectivos. Es la manera de crear una cultura de que el bien común es más importante y prima sobre el particular".

¿Cómo puede hacer una ciudad como Manizales para que a partir de la educación contribuya a la transformación del mundo?

"Lo que hay detrás de la inequidad es la distribución del conocimiento, el conocimiento está agrupado en pequeños grupos y por lo tanto si uno lleva conocimiento a todas partes, lleva oportunidades. Ese es un buen enfoque para saber cómo moverse en ese campo de darles más oportunidad a las personas".

La salud, campo minado

El Fondo Mundial contra el sida, la malaria y la tuberculosis salva 100 mil vidas al mes. Eso le da autoridad a este manizaleño para hablar de la salud en Colombia y él cree que es importante lo que aquí se hace en esta materia, lo que parece una contradicción ante las múltiples quejas que recibe a diario este servicio. Al hacerle notar esto, señala sin dudar: "la salud es un campo minado".

Dice que en Estados Unidos la salud realmente funciona mal y que en casi todos los países los ciudadanos se quejan de la inoperancia, de las dificultades, del costo, de la falta de presencia de los sistemas de salud. "Tenemos que ser más efectivos y mejores en ejercer ese derecho fundamental que tiene todo ciudadano en el mundo que es la cobertura universal. Colombia mostró una gran responsabilidad en asumir ese liderazgo de decir: todo ciudadano tiene ese derecho y vamos a tener una cobertura global".

Entonces viene la dificultad de poderlo financiar y llevarlo con calidad a todas partes. "Colombia está encontrando la manera de hacerlo, y unas cosas funcionan y otras muchas no, y es con ese aprendizaje que se irá mejorando, pero haber tomado la decisión política es ejemplar y diferencia al país de muchos otros que no la han tomado".

Un año difícil para la economía

Cuando se tiene al frente a un banquero de talla mundial hay que preguntarle sobre cómo ve la salida de la crisis económica. "Es una pregunta muy compleja. Es un año difícil, Europa no va a crecer, es una economía de las más grandes del mundo, Japón no está creciendo, China crece, pero menos, entonces es un lastre, los otros países en desarrollo no están creciendo. Tal vez la única economía que se está viendo con vigor es la norteamericana, a Dios gracias es muy grande y nos da algo de empuje. No es un año fácil, sin embargo, no creo yo que sea un double deep, una doble caída de la crisis financiera, sino que es parte de la salida de la crisis".

Estamos en tiempos de escándalos financieros: Interbolsa, HSBC, entre otros. ¿Algún día vamos a ver una banca más ética?

"Creo que la banca es ética y que la sociedad ha ido transformando ese concepto ético y es más demandante hoy que antes. Creo que sí se llevó al límite el debate de un concepto que se bate con la ética: quelo legal se puede hacer y lo que no es legal, no, y el divisorio entre el comportamiento aceptable es la ley y la interpretación de la ley y es un mal divisorio. La ley siempre hay que cumplirla, pero eso no es suficiente. Hay todo un espacio ético del comportamiento, dentro de lo que la ley permite hacer. Ese es el foco que perdimos y es la principal causa de esta crisis que tuvimos".