Fotos | Virgilio López Arce | LA PATRIA /"No sé si el Gobierno se ha hecho el de la vista gorda, pero sí le ha faltado compromiso con Tribugá", dijo el Presidente saliente de la C. de Comercio de Manizales, Gildardo Armel Arenas.
JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Después de unos 30 años de hablar del proyecto y de unos 20 de prometer su pronta llegada al Pacífico, el Puerto de Tribugá continúa siendo solo un sueño, sin mucha aceptación a nivel nacional.
Así lo considera el presidente saliente de la Cámara de Comercio de Manizales, Gildardo Armel Arenas, quien resalta que aunque se va con la satisfacción del deber cumplido, no solo le da tristeza, sino rabia, que no se haya colocado siquiera la primera piedra en esta terminal.
Incluso recuerda, a manera de anécdota, que hace 25 años, cuando era menos la tecnología, Gustavo Robledo Isaza, gestor del proyecto, midió la batimetría o profundidad del puerto con una cabuya, en la cual acertó. Después de eso, es muy poco lo que ha pasado.
Aunque la entidad fue una abanderada del proyecto, de acuerdo con Armel Arenas lo más triste es que el Gobierno no ha tenido el compromiso, ni ha dimensionado su importancia estratégica, pese a la necesidad que tiene el país de un puerto de aguas profundas en el Pacífico colombiano.
"No sé si el Gobierno se ha hecho el de la vista gorda, pero sí le ha faltado compromiso con Tribugá. Desde la Cámara tenemos estudios desde 1985 y Conpes que hablaban de ese puerto, además de varias firmas que confirmaron que se necesitaban más puertos y que el punto ideal era en la ensenada de Tribugá. Eso lo sabe el Gobierno Nacional y los ministros de transporte".
Ad portas de la entrega de su presidencia, que concluye mañana, el dirigente señala que un logro fue el estudio de Diagnóstico Ambiental de Alternativas (DAA), que se entregará en los próximos días. También, la unión de varias regiones en favor de Tribugá, impulsado por la promotora Arquímedes.
Aún así, todavía se espera la entrega de la licencia ambiental y no hay mayores avances en la construcción de la vía Las Ánimas - Nuquí, situación por la cual en un momento se enfrentaron Armel Arenas y el exministro Andrés Uriel Gallego, quien insistía en que sí había avances.
"No entiendo todavía cómo los últimos gobiernos no se han decidido por terminar esta carretera, a la que le faltan los mismos 58 kilómetros, mientras que el exministro aseguraba prácticamente lo que no pasaba, y hoy siguen faltando los mismos kilómetros que faltaban hace 20 años", aseguró.
Para Armel Arenas, el dilema se ha generado entre las declaraciones de respaldo y las que plantean que el proyecto tiene que esperar. Por esta razón, la firme intención de Caldas, Risaralda, Chocó, y Quindío, e incluso Antioquia, de ir en bloque al Gobierno y pedir ayuda para impulsar la obra.
Aunque persiste el optimismo de contar con el estudio de impacto ambiental en 2013, para tener en firme la concesión portuaria, hoy provisional, y sigue la búsqueda de inversionistas para un proyecto que se estima en unos US$300 millones, de acuerdo con Armel Arenas, este es el menor problema de todos.
"Su construcción no tiene problema, los inversionistas están por todo el mundo, e incluso ya tenemos propuestas de China, Corea, Venezuela y Brasil, entre otras. El dinero no es problema, el problema es que cualquier inversionista quiere ver el compromiso del Gobierno Nacional", planteó.
Por eso su llamado es a que la Nación se decida de una vez por todas, poniendo una terminal en un sitio privilegiado, justo con las negociaciones comerciales con el Asia-Pacífico.
"No hay derecho a que todavía no contemos en el Pacífico con un puerto de aguas profundas, mientras que en naciones como Brasil solo en 150 kilómetros a la redonda hay cinco puertos".
Aunque Armel Arenas sostiene que cada dirigente tiene su propia agenda, su llamado es a que la entidad no solo siga liderando este proyecto, sino que, al igual que lo hizo con obras como Aerocafé y la vía Manizales - Bogotá, invite al Gobierno para que de una vez por todas diga si tiene interés en el puerto o si finalmente no le apostará.
* "Siempre fui crítico, así fuera opositor a la mayoría, y fui muy honesto para que siempre primara el interés general o regional que el particular".
* Me voy con el deber cumplido, con la satisfacción y la frente en alto, dejándole a Manizales y Caldas una Cámara con el norte totalmente definido, y navegando por aguas transparentes".
* Lo único que le pido al nuevo presidente es que no vaya a perder el norte y que la Cámara siga en una buena dirección, y se evite a toda costa cualquier contagio de politización.
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