ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
Un desfibrilador automático pudo haberle salvado la vida a una mujer que, según la Secretaría de Salud de Manizales, murió súbitamente en la pasada Feria de Manizales cuando le dio un paro cardíaco en el Bosque Popular El Prado.
De ahí que ese despacho tenga como prioridad para este año poner a funcionar en sitios públicos los 12 desfibriladores que adquirió con el fin de evitar muertes por causas cardiovasculares, que lideran el ranking en las estadísticas de la capital caldense. También hay que tener en cuenta el paulatino envejecimiento de la población manizaleña, más propensa a enfermedades del corazón (ver recuadro En cifras).
Mauricio Pineda, cardiólogo; Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud, y Carlos Alberto Cortés, coordinador de Ingeniería Biomédica de la Universidad Autónoma, explicaron cómo funciona este aparato electrónico.
El corazón es un órgano muscular que necesita mucha energía para funcionar, pues late cada día 100 mil veces.
Se puede comparar a una casa: las arterias que llevan y sacan la sangre son el acueducto y el alcantarillado, las paredes son los músculos y las dos aurículas y los dos ventrículos (cavidades por donde entra y sale el líquido vital) son las habitaciones.
Como cualquier vivienda, requiere energía o corriente eléctrica para marchar. Este órgano posee unas células marcapaso, ubicadas en la aurícula derecha, que se disparan, liberan cargas positivas y negativas y dan la orden de cada cuánto deben contraerse (sístole) o expandirse (diástole) los músculos o paredes de las cavidades para que fluya la sangre. Es un motor de dos tiempos que trabaja con un sistema autónoma de electricidad.
El sistema eléctrico del corazón se puede dañar por envejecimiento, herencia, infartos antiguos o malos hábitos, por ejemplo, fumar.
Se descubrió que quienes mueren por infarto es porque tienen una arritmia, es decir, el corazón late de manera desordenada, incluso caótica. Estos casos se pueden tratar con medicamentos o poniendo un marcapaso (que descarga energía) para normalizar el ritmo, que es de 60 a 80 latidos por minuto. Este es el proceso hacia el paro:
1. Taquicardia ventricular: el corazón late 150 veces o más por minuto, pues se contrae rápidamente. Sucede porque las células de los ventrículos empiezan a mandar sobre las aurículas. Si no se trata a tiempo continúa el siguiente paso.
2. Fibrilación ventricular: no hay pulso, pues los músculos aletean y no se contraen (el corazón tiembla). Aquí es cuando debe usarse el desfibrilador automático, pues si el corazón no recibe una descarga eléctrica en los próximos 10 minutos la persona entra en paro y seguramente se muere.
3. Paro cardíaco: se da cuando no se logra desfibrilar o normalizar el ritmo. Los músculos dejan de contraerse, cesa la circulación de la sangre, esta no se oxigena pues no pasa por los pulmones, tampoco llega al cerebro, se empiezan a morir las neuronas, se dilatan las pupilas y... hay muerte cerebral. Es poco efectivo hacer una reanimación.
Foto | Tomada de www.fridimex.com.ar | LA PATRIA
Los desfibriladores que adquirió la Alcaldía son marca Zoll Aed Plus.
Se recomienda que solamente lo use personal de salud o quienes hayan realizado cursos de Reanimación Cardiopulmonar (lo ofrece la Cruz Roja). Para que sea efectivo se deben seguir los pasos de la cadena de supervivencia:
1. Personal entrenado debe reconocer la diferencia entre un simple desmayo o la pérdida de conocimiento por arritmia cardíaca. Si la persona no respira, no tiene pulso y no se mueve, probablemente está en proceso de paro. De inmediato se llama a la brigada de emergencia del sitio (que a su vez debe contactar una ambulancia).
2. Se trae el desfibrilador y personal entrenado ubica la tapa debajo del cuello del paciente para que pueda respirar.
3. Se rompe la ropa del paciente para dejar al descubierto el pecho, donde se ubican dos paletas o electrodos. Se oprime el botón con forma de corazón y el aparato detecta si en efecto hay una arritmia y cuál es el pulso (el aparato indica a través de un parlante). El que ayuda debe alejarse (para evitar electrocutarse), mientras el desfibrilador descarga una corriente eléctrica en el afectado. Si no se recupera el ritmo cardíaco, pueden realizarse masajes o compresiones torácicas.
4. Remitir al paciente a un centro asistencial con Unidad de Cuidados Coronarios, que en Manizales la poseen los hospitales Santa Sofía, de Caldas SES, y las clínicas Aman, San Marcel y Santillana.
Este aparato electrónico aplica una descarga eléctrica al corazón de forma controlada, sincronizada y espaciada en el tiempo. Las paletas (electrodos) se conectan directamente al pecho del paciente formando una trayectoria cerrada (circuito) entre el aparato y el paciente, permitiendo que por su corazón fluya una corriente eléctrica para generar un electro shock. La descarga eléctrica hace por un tiempo mínimo que el corazón se detenga, cesen esos ritmos anárquicos y se reinicie nuevamente con un ritmo normal. En otras palabras, es un reset o reinicio que se le hace al corazón.
Esta es la meta de la Secretaría de Salud de Manizales para que empiecen a usarse los 12 desfibriladores. Carlos Humberto Orozco, titular de ese despacho, indicó que aunque ya los compraron (por unos $96 millones) hay que esperar hasta que culmine el período de Ley de Garantías por elecciones presidenciales para firmar los contratos de comodato. Mientras tanto, capacitarán las brigadas de emergencia de los sitios donde se van a ubicar:
- CAI de Chipre
- Sector del Parque de Caldas
- Sector de El Cable
- Bomberos del Estadio Palogrande
- Bosque Popular
- Alcaldía de Manizales
- Termina de Transporte de Los Cámbulos.
- Estación Fundadores del cable aéreo.
- Aeropuerto La Nubia
- 2 en el Estadio Palogrande
- Falta un sitio por definir
Se envejece la población
- En el 2012 de cada 100 manizaleños, 13 eran mayores de 60 años.
- En el 2013 de cada 100 manizaleños, 14 eran mayores de 60 años.
- El promedio es que todos los días 13 manizaleños cumplen 60 años.
* Fuente: Secretaría de Salud de Manizales.
Por ley es obligatorio disponer de desfibriladores en los aeropuertos de Estados Unidos.
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