Las fronteras de Colombia, estaban trazadas en los mapas del Virreinato de la Nueva Granada, que eran los límites marcados por la Corona Española para la administración de sus colonias. He aquí la historia resumida con algunos apartes del estudio de María Cristina Bernat.
Colombia había mantenido un litigio con Nicaragua, que pretendió hacerse a las islas de San Andrés y Providencia, con los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla, Este-Sudeste y Bolívar. Ya nos habían quitado otros territorios y mares territoriales. Pasamos de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, a menos de 1 millón 100. Perdimos, con nuestra desastrosa diplomacia, el 45% de nuestros territorios, pero no tenemos responsables.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya, a la cual adhirió Colombia, decidió el lunes 19 de noviembre, dejarnos las islas y los cayos, pero quitarnos parte de los mares. 40% del mar territorial ya no nos pertenece. Hemos ganado perdiendo, a lo Maturana: "perder es ganar un poco". Perdimos de verdad. La mar que nos quitaron, es reserva de corales hermosísimos, de biodiversidad excepcional y de potencial petrolífero incalculable.
No valieron los tratados Esguerra Bárcenas de 1928, celebrados con nicaragüenses, que daban a Colombia la soberanía sobre el archipiélago y el mar que lo circundaba.
El gran responsable de tamaña derrota en la justicia internacional, es Uribe: "Se desconoció que Colombia gozaba del principio de uti possidetis juris, sustentado en la Real Cédula del 20 de noviembre de 1803", por el Virrey José Antonio Caballero y Góngora. Concluyó diciendo: "Haciendo evidente el mal manejo diplomático y la debilidad ante las invasiones de países vecinos, que han llevado a la pérdida de extensos y valiosos territorios".
No valió el laudo arbitral del presidente francés, en 1900, que confirmaba el mandato real de la Corona Española de 1802, que determinaba la soberanía absoluta para la Nueva Granada sobre la Costa de Mosquitos y de todos los islotes comprendidos entre ésta y el Istmo de Panamá: Mangle Grande, Mangle Chico, los cayos de Albuquerque y las islas de San Andrés y Providencia.
Siempre los políticos baratos, que nos salen tan caros han claudicado ante todos los tratados. El de Gualmolina de 1825, que trazaba los límites con Costa Rica. Después, el 9 de enero de 1909, otro presidente estúpido, el general Rafael Reyes Prieto, "vendió" el istmo, cuando firmó un tratado en el que Estados Unidos reconocía a Colombia una indemnización por Panamá, y recibía autorización para que sus barcos usaran los puertos nacionales.
Los estudiosos nos cuentan de la separación de Panamá y la terminación de la cuestión de límites con Costa Rica, por el fallo del presidente Loubet. Que el 24 de marzo de 1928 se firmó un tratado entre el Ministro de Colombia en Nicaragua, José Bárcenas Meneses, con el cual regalaba a Nicaragua la Costa de Mosquitia y las islas de Mangle Grande y Mangle Chico y, Nicaragua reconocía la soberanía de Colombia sobre las Islas de San Andrés y Providencia. Tratado aprobado por los dos congresos, con canje de ratificación en Managua el 5 de marzo de 1930. De allí el nombre de Tratado de Bárcenas Meneses-Esguerra, el Tratado de 1928.
La reclamación sobre San Andrés y Providencia que hacía Nicaragua era completamente absurda. El archipiélago nos pertenece por el uti possidetis juris, no por el tratado Esguerra-Bárcenas.
Para los burócratas, que vivieron mucho tiempo y ganaron mucho dinero por cuenta de esa supuesta férrea defensa de nuestro territorio, el resultado es un desastre en lo político y la consecuencia desastrosa para Colombia. ¿Quién puede explicarnos, por qué Colombia ha tenido unos presidentes que han perdido parte de nuestro territorio en forma indecente y no pasa nada?
Reeditamos el tratado de Michelena y Pombo, que le quitaba a Colombia un 50% de los llanos Orientales de Vichada y Guainía. La Guajira fue dividida en dos, trazando una línea desde el cuello de la península Cerro Teta, Guajira, hasta la coronilla de la misma, Cabo Chichibacoa. Colombia quedaba sin litoral sobre el Golfo de Venezuela, sin plataforma submarina y mar territorial. "…el tratado no prosperó y, paradójicamente por rechazo de Venezuela. Mientras que Colombia, que era el país perjudicado lo ratificó, el congreso venezolano lo rechazó porque exigía la totalidad de la Guajira". En esa oportunidad perdimos parte de la Guajira que nos pertenecía por el uti possidetis juris.
En 1952, otro Uribe y otro Holguín, Juan Uribe Holguín, canciller, regaló parte de nuestro territorio: "El gobierno de Colombia declara que no objeta la soberanía de los Estados Unidos de Venezuela sobre el archipiélago de los Monjes y que, en consecuencia, no se opone ni tiene reclamación alguna…". Calibán, Enrique Santos Montejo, dijo en su columna Nota de Cancillería: "No convirtamos el caso del islote de Los Monjes en controversia internacional. Vale mucho más la cordialidad con Venezuela... cedamos en nuestros derechos... Y demostremos al pueblo que apreciamos en mucho más su amistad que la posesión de pedazos de tierra o de roca".
Nos pasó lo mismo con Perú, con Ecuador, con Costa Rica y con Brasil. Perdimos inmensas porciones de nuestro territorio. Gracias a Olaya Herrera no perdimos Leticia y el Trapecio Amazónico.
Este pleito que ganamos perdiendo, se lo debemos en muy buena parte a Uribe, a quien le apasionan los conflictos. Un "falso positivo" de la diplomacia de Colombia, que, cuando Nicaragua desconoció los límites en 1980, por la junta sandinista, vino a prestarle atención, en el 2003, cuando Nicaragua presentó sus alegatos para tratar de probar que el archipiélago y el mar territorial le pertenecían.
La diplomacia de Uribe, ineficiente y costosa, fracasó en la defensa de nuestro territorio. Nos arrancan de un tajo algo que siempre fue nuestro.
En fin, hemos tenido unos presidentes muy violentos en lo interno, pero muy débiles defendiendo nuestro territorio. Cada día perdemos más, pero lo único que se les ocurre, es la estúpida e ilegal idea de Álvaro Uribe Vélez, de desconocer el fallo de la Corte Internacional.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015