Examina los eventos de tu vida y podrás comprobar que nada sucede de repente ni al azar. Donde ves una planta existió antes una semilla, y hoy recoges lo que sembraste en el pasado.
Vives sembrando y en este ahora estás cosechando los frutos del ayer y preparando los del mañana. Dios mismo ni siquiera tiene que intervenir porque hay un plan y existen unas leyes espirituales.
Por eso, es insensato culpar al Creador, puesto que Él puso este mundo en nuestras manos como seres libres. Cada persona modela su vida y todos los actos llevan en sí una semilla de bien o de maldad.
Siempre recoges lo que siembras y cada acción tiene su reacción tarde o temprano. Si lo crees serás cauto y prudente, sabio y transparente. Eres el forjador de tu propio destino.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015