¡Uf! 166 años parecen ser muchos, Manizales, pero no lo es para una ciudad. Roma, por ejemplo, dicen que se fundó en el 753 a. C., aunque hay vestigios de que en sus montañas hubo asentamientos de los ya desaparecidos Neandertales, hace 230 mil millones de años. Comparada con "la Ciudad Eterna" eres un cigoto.
Muchísimo antes de que en 1849 llegaran los primeros colonos y fundaran esta ciudad, por aquí pasaron hordas de paleoíndios que se comieron algunas frutas, mataron chuchas, se refugiaron en cavernas y luego siguieron su camino. Eso fue hace 8 mil años. Pero estas laderas empinadas, el clima frío (no como ahora que tenemos el fenómeno de El Niño) y la amenaza constante de un volcán en erupción los desplazaron a otros lugares. Cientos de años después, en el siglo primero de nuestra era, unos loquitos a los que llamaron quimbayas no hicieron caso a sus antepasados de no meterse en estas tierras malsanas, pero llena de pepitas doradas, y se vinieron por esta región con sus cerámicas y poporos al hombro.
Para 1540 ya eran armas, ansermas, picaras, zopias, páucuras, cacicazgos y carrapas; cada uno con su economía y sistema social. Pero para el conquistador español Jorge Robledo eran lo mismo: indios. Y procedió a acabarlos. A él le debes mucho de lo que eres como ciudad. No solo por el apellido, que se multiplicó tan rápido como los contratos de la Alcaldía actual para celebrar tu cumpleaños 166, sino por el afán de querer acabar con lo autóctono y querer ser lo que no somos.
Mírate. Las antiguas casas campesinas de bahareque y tapia pisada, las que se quemaron en uno de tus tantos incendios, se reemplazaron con construcciones de tipo republicano. Hermosas, como pocas, pero ya queremos reemplazarlas por edificios de ventanas verdosas, tipo Key Biscayne, el Miami más artificial y arribista.
Tu bello Teatro Olympia fue demolido para dejar un hueco en el que montaron un parqueadero.
Tienes una Catedral de estilo neogótico vaciada en concreto, cuando las originales -las europeas- las construyeron masones a punta de piedra. Algunos dirán que es como tener un smoking hecho con dénim, pero era el afán del nuevo rico. Vivías en ese entonces -1928- un despertar económico importante y quisiste un templo imponente en tiempo récord, y había que utilizar esa novedosa técnica del hormigón armado. Hoy es uno de nuestros símbolos, a pesar de que todavía luce en obra negra.
Pero eso es pasado... hablemos de tu regalo para este aniversario. Como sabrás, estamos en elecciones para alcalde, la persona que se encargará de administrarte. La verdad, en esta época de austeridad no hubo mucho de dónde escoger. Cuatro candidatos y uno es reciclado. No es justo contigo, Manizales, pero es la realidad que debemos encarar quienes vivimos en tus lomas. Tal vez es la ceniza que nos cae en los ojos, o los vapores tóxicos que emite la olleta o Infimanizales, pero se nos olvidó postular gente buena y capaz para este cargo.
Brillamos cuando a mediados del siglo pasado nos sacudimos de la sombra de Antioquia y los nietos de esos colonos que quedaron varados en este camino de herradura, se educaron por fuera y regresaron para crear empresas y estructuras increíbles como el cable aéreo -que décadas después y por creerle a los camioneros que esas canastas eran ridículas, hoy volvemos a imitar-. Hoy tus hijos se educan por fuera y se quedan afuera. Además, volvemos a estar bajo la sombra paisa. Tanto, que uno de los candidatos imita a Sergio Fajardo, actual gobernador de Antioquia, y otra candidata tiene al expresidente antioqueño Álvaro Uribe, diciéndole cómo gobernar. Es una tara esa del paternalismo.
Ya te conté del reciclado, al que también le dicen faraón, por querer montar pirámides, y hay otro de corte populista y muy hábil para hablar. Un abogado muy amigo de letra menuda, y ya sabes cómo son los contratos con estos incisos. Bordean el camino de lo ilegal y puedes caer en cualquier trampa.
Detrás de ellos hay concejales, políticos de menor rango y calanchines, todos buscando pescar algo en este río revuelto en el que se ha convertido esta campaña aburrida y sucia. Los candidatos prometen lo mismo de cara al público y procuran no atacarse, pero por debajo riegan panfletos cada cual más venenoso e insultante. Tanto para los rivales como para ti.
Lo siento, pero es lo que hay. En tu historia has vivido terremotos, erupciones volcánicas, la desaparición de culturas precolombinas, la conquista y colonización, incendios y deslizamientos asesinos. A pesar de todo ello sigues amable y acogiendo a su gente. Por algo te llaman la ciudad de las Puertas Abiertas. Pero un consejo: ciérralas un poco, sobre todo en elecciones, no va y sea se te cuele un ladrón.
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