La Corte Constitucional mediante Sentencia T-760 del 2008 declaró la salud como un derecho humano fundamental, y le exigió al Gobierno ajustar el sistema de salud, considerando una enorme cantidad de tutelas que a la Corte le ha tocado tramitar. Y sin embargo, solo hay leves mejoras, porque en el fondo el sinnúmero de audiencias públicas demuestra que la salud de los colombianos sigue deteriorándose, debido, entre otras cosas, a altos grados de corrupción, deficiencias administrativas, débiles controles estatales y sí un incremento de quienes mercadean con la salud. No es difícil darse caer en la cuenta de que la mayoría de los colombianos (por lo menos un 90%), dice que el modelo de salud en Colombia es malo.
Las preguntas obligadas serían, por un lado, ¿por qué sostener el modelo de salud actual a pesar de la cantidad de problemas que día tras día surgen y aumentan el sufrimiento de millares de ciudadanos?, máxime si se tiene en cuenta que la Ley 100 ha puesto su acento casi que exclusivamente en la curación de enfermedades, pensando que es justamente aquí en donde está el negocio. Por el otro, ¿qué sentido tiene seguir con unas EPS deslegitimadas? De igual manera hay que pensar en cómo no prestarles atención a los gremios médicos que cada vez, y con mayor razón, demandan un sistema de salud distinto porque han terminado por reconocer que la actual estructura de este sistema lo que hace es sostener los graves problemas que afectan la calidad de vida de los ciudadanos.
Me parece apenas obvio que es fundamental que el Estado recupere el control del sistema en mención y que de verdad sea el garante del derecho a la salud de los colombianos; y que, además, deje de favorecer el mercado de quienes hacen de la salud una mercancía. Es urgente proponer nuevas alternativas para solucionar las necesidades sociales y sanitarias de la población en Colombia.
Quizás este tipo de propuestas las escuchemos, una vez más, pero esta vez, en forma directa de uno de quienes más han hecho propuestas al Gobierno con la idea de que el Estado recupere el control de los recursos de la salud. Me refiero al médico e historiador y profesor del Departamento de Salud Pública de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional, Mario Esteban Hernández Álvarez.
El profesor fue invitado por Suma para que hoy viernes en el auditorio Ernesto Gutiérrez Arango de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Caldas, en las horas de la mañana, aborde, junto con el también médico y profesor de ésta última universidad, Orlando Mejía Rivera, algunos elementos para la construcción de un nuevo modelo de salud en Colombia.
Creo que en Manizales nos hace falta escuchar con mayor detenimiento que sí existen posibilidades de modificar el esquema de la salud en Colombia y de encontrar soluciones a las multimillonarias deudas que se acumulan entre las EPS, las IPS y los hospitales, sin dejar de mencionar, el problema de fondo: la corrupción.
Atentos estaremos, entonces, a las palabras de ambos médicos.
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