Y la lista sigue creciendo… Son diez criminales farianos más a quienes se les suspenden las órdenes de captura y se les conceden los más abominables beneficios para que salgan del país levitando sobre la alfombra roja de la impunidad, el cinismo y el descaro. Esto, en la práctica, es amnistía, indulto, perdón y olvido proporcionados por el propio presidente Santos y su fiscal de bolsillo. Pero, ¿a cambio de qué?: ¡de nada!

Se está volviendo infinita la lista de terroristas que salen del país amparados por la farsa de la paz, en un exceso de lenidad, complicidad, connivencia y obediencia a las Farc. Y mientras nuestra Fuerza Pública recibe la orden del Presidente de despejar amplias zonas y de cesar sus obligaciones constitucionales, los terroristas siguen asesinando, mutilando, secuestrando, reclutando menores, sometiendo al pueblo a sus ignominias y desolando esta hermosa tierra. Mientras los soldados y policías son recluidos en sus cuarteles para ver pasar a sus enemigos ostentando poder, ínfulas de grandeza y poses de patriotas, muchos de sus compañeros son privados de la libertad enfrentando juicios absurdos, acribillados en el campo o explotados en mil pedazos en pueblos y veredas. ¡No es justo!

Viajan diez terroristas más. ¿Y aquellos a quienes van a reemplazar, qué? ¿Acaso retornarán a Colombia? ¿Acaso serán tan estúpidos de entregar sus privilegios, sus comodidades y su paz de La Habana para volver a este país a sufrir las inclemencias que ellos mismos han provocado? ¡No! Estos diez terroristas son apenas un número más de una lista que irá creciendo día a día hasta volverse interminable. Son diez farianos que salen premiados por sus actos asesinos y cuyas identidades son tan claras para el Gobierno, como claros son sus prontuarios criminales y los lugares de Colombia donde se encontraban. Es, en últimas, un premio al crimen y una recompensa a la barbarie.

Y aunque bien idos estos otros diez terroristas (porque al fin y al cabo es un poco menos de escoria en nuestro país) es doloroso saber que salen a vivir esa vida de solaz y descanso en el paraíso de la impunidad cubano, a expensas de nuestros recursos y de nuestra dignidad.

Y que no digan ahora con que somos enemigos de la paz. ¡No! Somos enemigos de la impunidad; del sometimiento a la perversión; de vivir arrodillados ante nuestros enemigos; de vivir con las cadenas impuestas por las Farc y acolitadas por el Gobierno; de tener que ceder el territorio para que por él circulen libremente las peores alimañas. Somos enemigos es de sentirnos gobernados de facto por quienes llevan decenios destruyéndonos. Es decir, somos enemigos del terrorismo, de sus actores, de sus destrozos y de tener que vivir acobardados y temerosos de quienes hoy se pasean orondos mostrando el triunfo ante el mundo y dominando el país tras bambalinas.

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Sebastián Herrera, estudiante de último grado del Lans de Manizales, obtuvo el primer puesto en lo que antes llamábamos pruebas del ICFES, y el quinto puesto en todo el país. Son unos resultados históricos que marcan la gran pauta en el entorno académico caldense, y que merecen ser resaltados con bombos y platillos. E igual reconocimiento merece el Instituto Calenda, entidad donde recibió el entrenamiento y que, como empresa regional, ha mostrado también excelentes resultados y logros efectivos. Estos son los valores que debemos apoyar, pues representan un ejemplo para esas generaciones que se sienten desoladas y no ven futuro en su patria chica. ¡Felicitaciones!