No es fácil reconocer los errores, ello requiere de una elevada dosis de entereza mental y humildad frente a los demás congéneres. Conceder que uno se ha equivocado, por simple decisión personal, sin que sea inducido a ello, merece ser estimado, y hasta donde lo permitan las normas legales de la sociedad podría ser exonerado de la sanción a la falta, si es que el error llevó a que se cometiera una anomalía punible.
No es oportuno, ni es el espacio, hacer un análisis profundo sobre el error de los seres humanos, como se ha planteado anteriormente. Son muchas las causas de los errores. Unas son el producto de inadecuados estudios, sin alevosía ni premeditación. Otras tienen como fuente la mala intención al conocer previamente la equivocación y tratar de hacerla aparecer como adecuada.
Las faltas pueden inducir a otros errores y la cadena puede ser interminable, con consecuencias desde leves hasta deletéreas.
En la realidad cotidiana muy pocos, casi nadie, reconocen que ha errado. Ello no está exento de la interpretación del significado personal y de la sanción social que se produce al admitir que se ha cometido un yerro.
De presidentes para abajo, pasando por congresistas, gobernantes en general y todos quienes integran la estructura administrativa o judicial del país, no son proclives a admitir que han fallado. Ello incluye al común de los ciudadanos que también se resisten a reconocer libremente sus errores.
Los errores son justificados de una manera tan absurda que la persona queda confundida al oír a quien trata de explicar su falta. Quien se equivoca, en vez de dar oportunidad a plantearse al menos la duda ante su equivocación, prepara toda una maraña de ideas, frases y gestos para dar a entender que está convencido firmemente que hizo bien, que la actuación por acción u omisión estaba calculada, y se atreve a decir que quien ha errado es quien lo ha interpretado.
En Colombia generalmente nadie se equivoca, todo es absolutamente bueno, veraz y útil. Cuando sucede el error, no asoma ni un ápice de vergüenza y a lo sumo es atribuido a otros, o a los instrumentos que utiliza.
Sobre este tema circuló un número de la revista The Scientific. Allí apareció en forma destacada la forma como los autores de un trabajo de investigación se retractan de las conclusiones derivadas de su trabajo y reconocen que se equivocaron al no tener en cuenta datos más contundentes. Para hacer eso se necesita de una inmensa honradez mental y una sumisión absoluta al veredicto de quienes son sus lectores o quienes utilizan sus datos.
Los trabajos en el país en tópicos de investigación y ciencia no tienen muchos contradictores desde el enfoque eminentemente científico o técnico. En las investigaciones de orden social hay más objetantes, con énfasis en contenido político, ya que son conclusiones teóricas derivadas generalmente del pensamiento de quien investiga y también de quien impugna.
La carencia de contradictores fuertes se debe a varios factores: Las investigaciones no son muchas; y como lo han advertido pares extranjeros la calidad no es la que requiere el país. La costumbre de confundir la amistad con la necesaria controversia, la cual se hace por pocos investigadores con pleno conocimiento de los temas específicos; el famoso acuerdo tácito que manda que los grupos de investigación que trabajan en las mismas líneas en Colombia, prefiere los análisis internos a realizarlos en forma amplia y pública. De allí que cartas a los editores y nuevos artículos controvirtiendo resultados son escasos en Colombia
Retractarse de los resultados de la investigación, le mereció a los autores un reconocimiento.
Cuando los autores son receptivos a los comentarios sobreviene una importante discusión. Si ello no se obtiene, el silencio cubrirá todo.
Nota: ¿Qué pensarán el alcalde y su secretario de Salud sobre la decisión de Servicios Especiales de Salud de restringir a las universidades el ingreso de estudiantes?
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015