Desde la década de los años veinte del siglo anterior, las gentes de Manizales y su clase dirigente tenían la idea y la necesidad de contar con un centro de educación que les permitiera hacer estudios más avanzados de los que se alcanzaban con los recibidos en el Benemérito, actualmente ya centenario, Instituto Universitario de Caldas.
Llegaron otras instituciones educativas e igualmente fundamentales, dedicadas al desarrollo de la sociedad caldense en los oficios mecánicos, la educación formal de las mujeres y a la promoción y desarrollo personal del arte en varias disciplinas. Todas fueron de gran importancia para la vida de quienes encontraron fuentes de proyección personal y familiar.
Así, llegó la expedición de la Ordenanza 24 del 1 de julio de 1937, cuando se integraron las diferentes Escuelas en el Instituto Politécnico de Caldas y posteriormente, mediante otra ordenanza del 24 de mayo de 1943, se creó la Universidad Popular, continuando y transformando la entidad anterior.
Así surgieron la Universidad de Caldas y la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales. Posteriormente, se crearon el Colegio Mayor de Caldas, hoy Universidad Católica; la Universidad de Manizales; la Universidad Autónoma de Manizales y llegaron otras entidades a ubicar sus sedes en la capital de Caldas, como las universidades Luis Amigó y Antonio Nariño, la Escuela Superior de Administración Pública, la Corporación Universitaria Remington y la Universidad del Quindío.
A todo ello se agregan el centros para el aprendizaje de idiomas y promoción de la cultura; las múltiples organizaciones, formales e informales, dedicadas a la educación, las manualidades, el arte; escuelas técnicas y tecnológicas y muchas otras expresiones formadoras que constituyen una red de oportunidades sin límite. Y la educación desde jardín hasta el décimo primer curso del tradicional o moderno esquema de formación.
Y, la ciudad convertida desde fundación, de extremo a extremo, en un centro de educación, con sus fortalezas, con sus debilidades, con sus amenazas y por sobre todo con sus oportunidades no siempre asequibles, pero quien podía llegar y se asentaba, era capaz de continuar su vida y fundar una familia en medio de blasones.
Todo lo anterior indica que la vocación de ciudad con tendencia educadora se remonta desde finales del siglo XIX y principio del XX, lo que se ha fortalecido y definitivamente establecido. Las condiciones en las que se desarrolla la vida cotidiana, las características de sus gentes, la estructura de la ciudad, los sistemas de transporte, el medio ambiente, aunque haya cambiado en los últimos años, han sido factores propicios para recibir estudiantes de toda clase, de los cuatro puntos cardinales del país y en algunos casos del exterior. Los mismos habitantes se han convertido en permanentes estudiosos.
No es nuevo lo que apunta la viceministra de educación en su reciente visita a Manizales, cuando indica que la capital de Caldas está en el camino adecuado de ser ciudad universitaria. Desde hace décadas, nativos y foráneos, han proclamado la excelsitud de la ciudad para ser considerada bajo este tenor e inclusive existió un proyecto en el Congreso cuando se estaba discutiendo el tema de distritos para varias ciudades y su entorno.
Manizales siente y practica su condición de universitaria desde hace al menos seis décadas, e inclusive existieron proyectos arquitectónicos citadinos patrocinados especialmente por las universidades y algunos gobernantes para darle a la ciudad las características que se presumían le otorgaba el emblema de ser universitaria.
Muy pocas,, entidades o personas anotan en la correspondencia luego de la fecha, Ciudad Universitaria. Esto es una realidad y sólo se requiere de la voluntad y decisión del gobierno y los concejales para hacer de esta denominación una atributo oficial, porque es una realidad incontrastable, de lo cual son testigos residentes y foráneos, sean estudiantes universitarios o simples ciudadanos que viven, laboran o se forman dentro de los límites manizaleños.
Manizales universitaria se siente, es laboriosa y se goza. Cuando hay vacaciones, la ciudad se percibe sola, pero también continúa con su empuje formador. ¡Queda faltando la realidad del Hospital/Clínica Universitaria!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015