No hay ‘riquezas espontáneas’. Así calificó el editorialista de LA PATRIA las obtenidas por el ex senador Otto Nicolás Bula Bula, en la siguiente afirmación: “Sí está claro que desde Odebrecht salieron los recursos que le llegaron a Bula, quien tendrá que justificar su riqueza espontánea…” (9/2/2017). ‘Espontáneo’, el borrachito que se lanza al ruedo y se enfrenta, inerme, a un animal de unos trescientos kilos; ‘espontáneo’, el que obra ‘motu proprio’, sin pensarlo, irreflexivamente, o el que hace algo por voluntad propia, sin haber sido obligado a ello; ‘espontánea’, la maleza (que se produce sin el cultivo del hombre), y lo que llaman ‘combustión espontánea’ (“acción de quemarse un cuerpo sin intervención de una causa exterior a él”). Y oí hablar de la ‘generación espontánea’, teoría condenada por muchos, a saber, la “generación hipotética de seres vivos partiendo de la materia inerte” (M. Moliner). Pero no hay ‘riquezas espontáneas’. Éstas, si interpreto justamente la idea del editorialista, serían ‘repentinas’, “que se producen sin anuncio o preparación, o sin gradación en el comienzo”, ‘inesperadas, imprevistas, súbitas, como caídas del cielo, o llovidas de las nubes, que se producen de la noche a la mañana’, y que, por regla general, fueron adquiridas ilegalmente, por lo que son la causa del ‘enriquecimiento ilícito’. La precisión en el empleo de las palabras es necesaria para la expresión correcta de las ideas. 
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‘Donde’, adverbio de lugar y comodín de cuantos escriben hoy en día, y que olvidan que existen el adverbio de tiempo ‘cuando’ y los pronombres relativos ‘que’ y ‘cual’. Insisto en esto, porque, como tantos otros vicios del idioma, ya se convirtió en epidemia. Los siguientes ejemplos, glosados, sustentan mi afirmación: “En momentos aciagos en donde las nefastas noticias…” (LA PATRIA, Voz del lector, José Norman Salazar González, 8/2/2017). Gramaticalmente castiza, la frase es la siguiente: “En momentos aciagos cuando las nefastas noticias…”, porque ‘momentos’ es un sustantivo que entraña ‘tiempo’. “En una época donde el autoritarismo y la radicalización…” (Ibídem, María Leonor Velásquez Arango). Castizamente, así: “En una época cuando el autoritarismo…”, o, mejor, “En una época en la que el autoritarismo…”. Las siguientes dos muestras son del señor Guillermo Orlando Sierra, rector de la Universidad de Manizales (LA PATRIA, 10/2/2017): “…que prima en estos tiempos en donde la razón pareciera no tener cabida…”. ¿Correctamente?, así: “…en estos tiempos en los cuales…”, o “…en estos tiempos cuando…”. “La Bolsa, esa herramienta en donde se ven subir y caer las acciones…”. Bien redactada la frase, de este modo: “…esa herramienta en la que…”. Quienes escriben no deben olvidar que la gramática nos ofrece los adverbios de tiempo, lugar y modo, ‘cuando, donde’ y ‘como’, de los que tienen que echar mano de acuerdo con las circunstancias correspondientes en los respectivos complementos. De tiempo, lugar y modo, no sobra añadir, a ver si así. Nota: En el mismo artículo, el señor Sierra escribió: “…la crisis que atraviesa el vasto mundo del periodismo, con medios y todo, abordo, se materializa…”. “…con medios y todo a bordo…”, es lo correcto, porque ‘abordo’ es una inflexión del verbo ‘abordar’, y ‘a bordo’, locución adverbial que significa ‘embarcado’, que, en la frase glosada, tendría significado figurado. 
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El Campanario del 13 de febrero de 2017 le cede su espacio al señor Paulo Andrés Chenso, quien, en su “Manual para la vida”, ofrece unos consejos para bien vivir. La recopilación es de Héctor Arango. Los consejos, por descontado son muy buenos, pero en ellos están escritos algunos términos de la siguiente manera: “Sol@, otr@s (dos veces), seri@, tod@s, enferm@”. Se les quedó, al autor y al recopilador, por fuera ‘vivo’, escrito como Dios y la ortografía mandan. ¡Hasta donde nos ha traído el malhadado lenguaje incluyente! Mis preguntas: ¿Cómo diantres se leen esas palabras? ¿Habrá que agregarle a nuestro abecedario una nueva vocal? ¿Cuál? ¿La @? Y ¿cómo la pronunciaríamos? De los consejos que el autor da, hay dos muy pertinentes: “No desperdicie sus energías en disparates”, y “deshágase de lo que es inútil”. Más apropiados para este caso, ¡imposible!