Aunque estemos a mitad del 2015, una vez más los caldenses volvimos a perder el año. Lo delicado es que como están las cosas, mientras el presidente Santos esté en el poder lo vamos a seguir perdiendo, al menos en lo que tiene que ver con los proyectos de infraestructura que estamos necesitando para nuestro desarrollo y crecimiento.

Los proyectos son el aeropuerto de Palestina y la vía al Magdalena. Sobre el aeropuerto es una promesa desde la primera campaña del presidente totalmente incumplida. Hay que dejar en claro que lo que se ha hecho hasta ahora ha sido con recursos de la región. Salieron platas de Inficaldas, de Infimanizales y de lo que nos quedó de la venta de la Chec y aún hoy en día, estamos ofreciendo como contrapartida de la región los terrenos del aeropuerto La Nubia y el gobierno aplaza cada día su decisión real y formal de apoyar al proyecto.

Sobre la vía al Magdalena el presidente en el 2012 se comprometió con el nuevo trazado. Pasó su campaña para la reelección, terminó su primer mandato y va un año de su segundo mandato y todo apunta a que la tan requerida nueva vía no se va a hacer y lo más desafortunado es que ya tiene una nueva disculpa y es que el precio del petróleo cayó y que el dólar subió.

Con respecto a la conexión con el Magdalena el gobierno ha planteado dos nuevas propuestas. La primera una vía paisajista que va por Murillo y llega hasta Cambao. Esta es una vía de bajas especificaciones, que pasa por el parque natural de los nevados y que no es la que necesitamos para tener una buena conectividad vial con el Magdalena; la segunda, a la que ya le dio un nuevo nombre que es corredor vial Chinchiná-Mariquita, que consiste en seguir con los trabajos de rehabilitación y mantenimiento de la actual vía -trabajos que se están haciendo desde hace varios años- pero que le añaden la construcción de unos 24 puentecitos y unas variantes en Padua y Fresno. Para hacer esta obra, el gobierno está planteando entregarla en concesión por 25 años y la instalación de dos peajes, uno en Maltería y otro en Fresno. Según esto, para ir a La Dorada se tendrán que pagar tres peajes.

En la propuesta no hay viaductos importantes, ni túneles; es decir, seguiremos transitando al menos por los próximos 25 años por la misma vía que fue construida hace 50 años con algunas mejoritas y pagando ahora sí peajes para poder usarla.

No hay ninguna duda de que si el país quiere tener unas buenas vías de comunicación necesita de los peajes. Claro está que en Colombia se abusa de esto. Ir por ejemplo a Cali, que sin lugar a dudas se cuenta con una excelente vía, hay que pagar siete peajes.

Una cosa es pagar peajes para transitar por una vía excelente, de buenas especificaciones y otra pagarlos para transitar por una carretera de montaña, estrecha, con altas pendientes y llena de curvas.

Lo que necesitamos los caldenses o mejor los colombianos, es una excelente vía que cruce la cordillera central y que sirva de vía alterna -sino la principal- para unir al oriente de nuestro país con el océano Pacífico.

Cuanta falta nos hace el narcotraficante Chapo Guzmán -pero no para que venga a cometer sus fechorías acá-, sino para que nos enseñe a construir túneles. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para poder transitar por el Túnel de La Línea? Esta obra que fue mal licitada y mal contratada y sin lugar a dudas, con otro contratista, ya la estaríamos aprovechando. Lo delicado es que por los errores que se han cometido con esta obra los colombianos estamos condenados a que en el futuro no se puedan construir túneles de más de 10 Km. Es decir, vendimos el sofá.

Es triste que para poder tener los proyectos que requerimos para nuestro desarrollo y crecimiento tengamos que esperar, tal como están las cosas, unos siete años. Porque a Santos le faltan tres años y ya ni del tema deja que se le hable y todo apunta a que su sucesor será Vargas Lleras que actualmente es el encargado de la infraestructura del país.