La cifra de desempleo colombiano en septiembre pasado se ubicó en 9%, lo que según el DANE se convierte en el “quinto septiembre” consecutivo que permanece en un dígito, es decir por debajo del 10%. Ello, soportado en el ambicioso plan de infraestructura que impulsa el gobierno nacional, la vivienda y en general el gran auge que ha tomado todo el sector de la construcción.
Manizales estuvo ligeramente arriba de la media nacional con el 9,2%, lo que según el DANE equivale a unos 20.000 desocupados. Imagínense una larga fila de personas, de por lo menos 10 kilómetros de longitud, desde la Plaza de Bolívar hasta muy arriba en la avenida Santander; creo que hasta Milán…
Me he dado a la tarea de consultar la teoría económica para entender mejor el tema del desempleo. Y he aquí una breve información que le podría ser útil a la hora de compartir un buen café con sus amigos. Algún enfoque de la teoría económica nos habla de cuatro clases de desempleos: Estructural, estacional, friccional y natural. Conviene saber qué es cada cosa. Aclaro, hay muchas clasificaciones y definiciones. Veamos hoy una.
El desempleo estructural aparece cuando los oficios van desapareciendo. Por ejemplo, las personas que transcribían trabajos en máquina de escribir perdieron sus trabajos con la creación de los computadores, pues sus oficios dejaron de existir. Y ello se aplica en general para todos los sectores de la economía que automatizan procesos y desplazan personas. Manizales no ha sido ajena a esta tendencia global; por lo cual es entendible que de los 20.000 desocupados, una buena parte corresponda a los desplazados por las máquinas.
El desempleo estacional, como su nombre lo indica, corresponde al que se presenta cuando alguna actividad económica entra en receso periódicamente. Por ejemplo, las personas que recogen café, solo lo hacen cuando hay cosecha; el resto del año deben buscar otro trabajo. De ello es común oír hablar en Manizales, ciudad de negocios cafeteros por excelencia.
El desempleo friccional se da cuando hay personas en edad de trabajar, con aptitud mental y física para ello, pero además de eso hay puestos de trabajo disponibles; y en este caso simplemente dichas personas no logran encontrar los oficios dada la falta de información en el mercado laboral. Dudo que en Manizales esta clase de desempleo sea alta, pues es una ciudad pequeña y ‘bien informada’.
Y por último está el desempleo natural, es decir el que existe en cualquier país, bien sea con una economía desarrollada o subdesarrollada. Simplemente hay desempleados y punto.
Con base en estas cuatro categorías descritas me preocupa algo: no he podido ubicar a aquellas personas que aún en edad de trabajar, con capacidad física y mental para ello, se dedican a buscar empleo y lo encuentran, pero una vez colocados dejan el puesto tirado porque la pereza les gana la partida, la carga laboral les parece ‘muy pesada’ o sencillamente no les da la gana volver y prefieren estar desempleados.
A usted le habrá sucedido al contratar un conductor, empleada doméstica, auxiliar de servicios, secretaria, mensajero, etc. ¿Dentro de qué categoría de desempleo podemos ubicar a estas personas? ¿Cómo llamar este tipo de desempleo? ¿Cuántos de los 20.000 desempleados de Manizales o de los 2.162.000 de todo el país, han dejado el puesto tirado por pereza o porque no les da la gana volver? La realidad es que se trata de una queja común y constante de muchos empresarios: “Es que no hay con quién trabajar”. ¡Y va uno a ver y es cierto!
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