Halitosis es el nombre con el que se conoce el mal aliento o cualquier olor desagradable de aire que se expele. Se considera una condición común y por tanto, difícil de evaluar. Casi la mitad de la población, en algún momento de la vida o con relativa frecuencia la padece.
En algunos casos esta relacionada con una inadecuada higiene oral. Provocada por la descomposición de restos de alimentos, células, sangre y algunos componentes de la saliva que dan lugar a compuestos de azufre y otros gases. Aunque al principio no reviste gravedad, el mal aliento tiene implicaciones sociales importantes y puede devaluar la calidad de vida del afectado.
Son diversas las causas que provocan mal olor en la boca y una tiene que ver con la incapacidad para generar suficiente saliva, es esta la halitosis fisiológica, la cual provoca sequedad bucal (xerostomia).
La saliva es un líquido complejo producido por la secreción de las glándulas salivares. Se trata de un fluido incoloro, algo espumoso y muy acuoso; contiene un 99% de agua. Además, desempeña un papel importante en el mantenimiento y protección de los tejidos orales, lubrica y limpia la cavidad oral, posee propiedades antibacterianas, antivirales y antimicóticas. También contribuye al mantenimiento y remineralización de los dientes y a la buena higiene oral.
También se da la halitosis por patologías o enfermedades crónicas como la periodontal, gingivitis, llagas, caries y sinusitis. Lo mismo sucede como consecuencia a una diabetes mal controlada (aliento con olor dulzón) o por insuficiencia renal crónica (aliento con olor a amoniaco).
Desde el punto de vista dietético, una causa del mal aliento son las dietas pobres en carbohidratos, presentes en alimentos energéticos como la papa, yuca, plátano, arroz, cereales y legumbres. Esta deficiencia hace que el organismo utilice la grasa para obtener energía y como consecuencia de este cambio se produce cetosis, es decir un aumento en sangre y orina de los niveles de cuerpos cetónicos.
Una característica de la cetosis es la aparición de un aliento con olor pronunciado.
Entre los alimentos que favorecen la aparición de halitosis está el ajo, cebolla, coles, té y café. El alcohol y el tabaco son otros causantes del mal aliento.
Además de la alimentación, la toma de medicamentos lleva a la disminución de la saliva como son los antidepresivos, antihipertensivos y los antihistamínicos.
Roncar, hablar durante mucho tiempo y el estrés son otros factores que reducen la saliva y provocan la halitosis.
Pautas para un aliento saludable:
- Mantener una correcta higiene oral y visitar el odontólogo.
- Prevenir la sequedad bucal, manteniendo una adecuada hidratación.
- Reducir los intervalos entre comidas y también las especias de sabor intenso.
- Seguir una alimentación completa, equilibrada, suficiente, adecuada incrementando el aporte de alimentos naturales.
- La masticación lenta propicia el aumento en la producción de saliva.
- Masticar chicle (sin azúcar), para conseguir que la boca genere saliva.
En la mayoría de los casos la halitosis disminuye con cambios de hábitos.
*Nutricionista Dietista Clínica - Universidad Nacional de Colombia Educadora acreditada en diabetes
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