Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
Puede ser que su niña o niño ingiera alimentos con compuestos a los que resulten alérgicos. La situación se puede dar en el hogar, en la guardería, en el jardín infantil, en el centro educativo o en cualquier otra parte. Los síntomas pueden aparecer en segundos o hasta horas y varían desde una erupción en la piel a dificultad para respirar.
La familia es la encargada de advertir a los profesores sobre la alergia del niño y qué alimentos la provocan. Conocer estas dos cosas permitirá actuar ante una crisis y serán crucial para una actuación rápida y efectiva.
La alergia alimentaria es una respuesta del sistema inmunológico que erróneamente considera a un alimento como nocivo. Sucede que cada vez que se ingiere ese alimento, el sistema libera sustancias químicas que desencadenan reacciones que afectan el aparato respiratorio, el tracto gastrointestinal, la piel o el sistema cardiovascular.
De igual forma, encontramos alergias de reacción cruzada. Esto se da cuando un producto provoca reacciones de hipersensibilidad al estar mezclado con otro. Ejemplo: tomate y arroz (arroz con salsa de tomate).
Muchos alérgenos también pueden quedar enmascarados en sopas, salsas o comidas elaboradas. Lea la etiqueta de cada producto envasado.
La incidencia de alérgenos alimentarios es mayor en unos platos que en otros. Son los manjares con más alto contenido proteico los que más problemas suelen presentar: la leche de vaca , los huevos, el pescado, el maní, la soya y el trigo, por mencionar algunos.
* Leche de vaca. Ocupa el primer lugar. Es un producto que provoca alergia en dos de cada cien niños. Sin embargo, es una alergia transitoria que superados los cuatro años desaparece.
La mejor leche es la materna. Ésta es un método de prevención para las enfermedades infantiles. Los estudios científicos avalan la conveniencia de la lactancia -mínimo- los primeros seis meses. Lo hacen con el fin de garantizar un funcionamiento correcto del sistema inmune y evitar reacciones alérgicas.
* Huevo. Responsable del 35% de los casos de alergia. Los problemas no están en la yema, sino en la clara.
* Maní. Componen el mayor riesgo de alergia, sobre todo en los adultos. También las nueces, las avellanas, el melocotón, la pera, la manzana, las fresas, la soya y el trigo.
Con los menores de edad tenga en cuenta: son alérgicos al huevo en un 35%, a la leche en un 34%, al pescado en un 11%, a la fruta en un 8%, a los frutos secos en un 6% y a las leguminosas en un 6%.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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