La actividad del domingo pasado.

La actividad del domingo pasado.

LA PATRIA| MANIZALES

En Pácora, un santo le brinda apoyo al otro. Esta afirmación se desprende de los recursos que cada año recolectan en el corregimiento de San Bartolomé para las obras de la parroquia del mismo nombre.

¿Cómo lo hacen? A través de la Feria de San Isidro, que se realiza un domingo cada año y en la que la comunidad, tenga o no tenga plata, pase o no necesidades, aporta su granito de arena.

Es admirable la generosidad de la comunidad, en apenas unas horas se recogen millones, como lo cuenta Gustavo Galvis, uno de los animadores de la festividad y encargado de los remates, pues la gente dona alimentos, gallinas, hojaldras, semovientes, cerdos, café, entre otros. A todo se le saca jugo, sea mediante rifas o entregándolo a quien haga la mejor oferta económica.

La más recientes

El domingo pasado, por ejemplo, se hizo la de este año, con un sancocho en el parque, preparado por personas del corregimiento, y se vendió a $10 mil el plato. Se comercializó fritanga y se rifaron varias cosas. Otras personas donaban en efectivo y así todos contribuían a esta noble causa. Se desarrolló el famoso cabuyazo (ver recuadro).

Héctor Fabio Noreña García, el párroco, quien lleva algo más de año y medio allí, aseguró sentirse muy contento con el apoyo comunitario y contó que se han hecho mejoras en la casa cural, templo y en el cementerio, siguiendo el legado del anterior sacerdote.

"La sala de la casa cural estaba destechada y en piso, se pintaron los apartamentos que se tienen para arriendo en la parroquia. Se construyó una segunda planta con habitación para el párroco y huéspedes. La idea es que el lugar no se vuelva a deteriorar".

Las columnas del templo eran destapadas, el fondo blanco y no se veía muy acogedor. Se pintó y mejoró la fachada, con algunos retoques. Reforzaron la pintura de las bancas, porque se estaban pelando. Hubo restructuración del altar, la sede y el ambón, que se ve muy llamativo con el cuadro de la Última Cena.

Los Pinos, zona donde era el parqueadero, fue enmallado para mayor privacidad. "Se puede tener una mejor zona verde, evitar el paso continuo de personas y el descargue de ganado". Se estableció cría de gallinas, y cultivos de maíz y frijol.

"También mantenemos un cementerio digno para los seres queridos de nuestros habitantes. Se pintó, organizamos el templete e hicimos una nueva bodega. Además contamos con un carro Montero, que no es un lujo, suple muchas necesidades. Los recursos se han manejado con transparencia", remató el padre.

Así es el cabuyazo

Esta competencia se desarrolla durante la Feria de San Isidro del corregimiento de San Bartolomé, en Pácora.

1. Con $2 mil, las personas aportan y a la vez compiten por ganarse una gallina.

2. Por cada $2 mil recogidos, los organizadores amarran cabuyas al animal, pero solo una queda fija.

3. Luego entregan al azar las cabuyas y los competidores jalan a la cuenta de 3.

4. Gana quien quede con la cabuya que está mejor amarrada.

Recaudos

  • -Pasado domingo. Se cerró con $19 millones 859 mil en efectivo. Falta sumar el producto de la rifa de unos terneros y otras cosas más.
  • -2022. Algo más de $30 millones.
  • -2021. Un poco más de $40 millones.

 

Remates récord

  • Una vez una persona pagó $200 mil por una hojaldra.
  • Otra dio $200 mil por un pollo gigante.
  • A 13 gallinas, en los cabuyazos, le hicieron un poco más de $800 mil.

De San Isidro

Sus padres eran unos campesinos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviarlo a la escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios, gran amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración, por la santa misa y la comunión.

Huérfano y solo en el mundo, cuando llegó a 10 años de edad se empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura a Juan de Vargas, dueño de una finca. Allí pasó muchos años labrando las tierras, cultivando y cosechando.

Se casó con una sencilla campesina que también llegó a ser santa y ahora se llama Santa María de la Cabeza (no porque ese fuera su apellido, sino porque su cabeza es sacada en procesión en rogativas, cuando pasan muchos meses sin llover).

Mientras Isidro oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guiaba sus bueyes y estos araban juiciosamente como si el propio campesino los dirigiera.

Lo que ganaba como jornalero lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otra para su familia.

A los 43 años de haber sido sepultado, en 1163, sacaron del sepulcro su cadáver y permanecía incorrupto, como si estuviera recién muerto. El Papa lo canonizó en 1622, junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri.

La Feria de San Isidro del domingo pasado.

 

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