ALBEIRO RUDAS
LA PATRIA | ANSERMA
El párroco del templo del Carmen, Everardo González, explicó el motivo que lo llevó a dejar abierto, durante todo el año, el libro en el que los fieles católicos anotan y separan sus intenciones para las eucaristías.
Según el sacerdote, comenzó a notar que el 25 de cada mes, fecha establecida para pagar y separar los turnos de las misas, los fieles hacían fila desde las 2:00 de la mañana, sin importar el clima. También encontró que terceros habían convertido esto en un negocio, pues cobraban por guardar puestos, y otros llegaban hasta con cinco intenciones para separar las misas, haciendo que los demás fieles no encontraran espacio para sus eucaristías.
De acuerdo con el sacerdote, el año pasado desarrolló varias estrategias para solucionar este problema. Primero decidió abrir la puerta del salón parroquial desde las 5:00 de la mañana, a fin de que los fieles madrugadores esperaran allí mientras la secretaria de la parroquia comenzaba a atenderlos a las 7:00 a.m.
Después de evaluar la medida, este año decidió acabar con el problema de raíz, abriendo el libro durante todo el año y así las personas pueden acercarse a anotar su intención en cualquier día y hora del mes.
El párroco dio, después de dos meses de aplicar este cambio, un balance positivo.
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