Piden ampliación del testimonio de 'narcos' en caso de Álvaro Gómez

La Fiscalía realizará inspecciones a varios expedientes y testimonios para recolectar pruebas que permitan definir que el crimen del excandidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado es un delito de lesa humanidad.

Para ello los fiscales a cargo del caso solicitaron al Gobierno de Estados Unidos permiso para escuchar los testimonios de los ‘capos’ del narcotráfico, que podrían ayudar a esclarecer el crimen. Se trata de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, capos del cartel de Cali; Víctor Julio Patiño Fómeque y Hernando Gómez Bustamante, alias ‘Rasguño’.

La solicitud se da a conocer después de que miembros de los Directorios conservadores de todo el país, solicitaron formalmente al fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, declarar el delito como de lesa humanidad.

Dicha solicitud que se realizó a través de una carta liderada por el Partido Conservador, recogió firmas de varios expresidentes de la República como Andrés Pastrana, Belisario Betancur, Cesar Gaviria y Álvaro Uribe y senadores de otros sectores políticos como Jorge Enrique Robledo y Claudia López.

La misiva contemplaba que “han pasado ya 19 años de impunidad en los cuales muchos de los autores materiales, y lo que es peor de los autores intelectuales, han tenido plena libertad para continuar actuando dentro de la Sociedad Colombiana en contra del Estado Social de Derecho, del fortalecimiento institucional y de los principios y valores de una sociedad ética, justa y desarrollada con los cuales el doctor Gómez Hurtado expresó su pensamiento político”, dice la carta de los exjefes de Estado, que fue impulsada por el Partido Conservador, al que pertenecía el dirigente asesinado.

Si la Fiscalía eleva el asesinato de Gómez Hurtado a la categoría de lesa humanidad, el caso no prescribirá hasta tanto los responsables sean llevados a los estrados judiciales y condenados.

Gómez Hurtado fue asesinado el 2 de noviembre de 1995 en momentos en que salía de la Universidad Sergio Arboleda, en el norte de Bogotá. Tenía 76 años y era una de las figuras más influyentes de la política colombiana. En tres oportunidades fue candidato a la Presidencia.

Ya en oportunidades pasadas, para evitar la prescripción de los casos, la Fiscalía ha elevado a la categoría de delitos de lesa humanidad, entre otros, los asesinatos de Guillermo Cano (1986), director del diario bogotano El Espectador; de los dirigentes políticos Luis Carlos Galán (1989) y Bernardo Jaramillo (1990) y, recientemente, de los profesores Héctor Abad Gómez, Leonardo Betancur y Luis Felipe Vélez (los tres en 1987).