Vea TV al lado de su hijo

LA PATRIA | MANIZALES

Los contenidos de televisión infantil amables o violentos influyen en el desarrollo de su hijo.Así lo indica Jean Paul Medina, psicólogo clínico, quien expone recomendaciones para controlar positivamente lo que su hijo ve en la caja mágica.

"Los contenidos televisivos generan una fuga de emociones y vivencias en los niños, experimentan una sensación real a partir de historias de ficción", comenta. Sin embargo, eso depende de cada menor en cuanto a su temperamento y carácter. Por ejemplo, un niño que es mucho mas retraído consumirá más televisión para desconectarse del mundo real.

Mientras que otro con una tendencia más hiperactiva, lo va a utilizar para buscar programaspara elaborar su misma hiperactividad.

Para Medina, un riesgo del alto consumo de televisión es que vivan lo que necesitan según lo que propone el televisor, y no lo que proponen otras facetas de la vida, o influyen en la forma en la que el menor comprenden su entorno.

Es importante que los padres reconozcan que los mensajes transmitidos pueden afectar la salud mental y que la educación requiere de interacción con otras personas, por eso la compañía es crucial. También identifican las emociones que el niño está sintiendo según los contenidos.

Recomendaciones

La Academia Americana de Pediatría (AAP) propone consejos para los padres:

* Quitar los televisores de las habitaciones de los niños.

* Permitir el uso de televisión y medios audiovisuales entre una a dos horas al día. El contenido debe ser de calidad y se debe controlar.

* Elegir programas de contenido informativo y educativo.

* Los menores de dos años no deberían ver la televisión.

* Si es posible. mirar la televisión con los niños.

Desde la televisión

LA PATRIA por escrito le hizo preguntas a Emiliano Sartoris, director senior de Contenido de Cartoon Network, quien explicó cómo definen los temas y qué es lo más consumen los niños.

¿Cuál es la tendencia en programas infantiles?

La animación para los chicos juega un rol importante y lo eligen cada vez más. Buscan diversión, algo que los entretenga y que sobresalga entre los estímulos que reciben a diario y que les llame la atención. La tendencia que funciona es la no linealidad, no sólo de los personajes e historias, sino de las plataformas. Es decir, que encuentren el contenido en todos los dispositivos en donde está la experiencia de entretenimiento.

Esa no linealidad permite ir deshojando al personaje, pelarlo como una cebolla en la que cada capa tiene cosas distintas, matices diferentes y los chicos lo van descubriendo a medida que conectan cada vez más con los programas.

Con respecto a la narrativa, también buscan comedias clásicas como Tom y Jerry o historias que hablen sobre personajes un poco más profundos, que permitan otras lecturas.

¿Qué temas buscan?

El humor es fundamental. Buscan algo que los entretenga, los divierta, algo que les parezca relevante y novedoso, que los sorprenda. Además, tratan de salir un poquito de lo tradicional y algunas cosas fantásticas que lo transporten a dimensiones diferentes.

¿Cuánto dura el interés de los niños?

Los estímulos que reciben son permanentes y sabemos que hoy es novedad, mañana ya es pasado. Cuando uno genera propiedades que ofrezcan cosas nuevas se continúa una historia relevante para la audiencia, que se va redescubriendo. Otro aspecto es el apoyo de otras plataformas y el desarrollo de juegos y productos de consumo, que es lo que de alguna manera va extendiendo la vida de una propiedad y manteniendo el interés.

¿Cómo es el perfil de los niños?

Los de nuestro canal son chicos inquietos, que buscan novedades y diversión a través de distintas plataformas. Por eso los programas de comedia son número uno en la audiencia. Nosotros entendemos que cada una tiene un significado para el chico y trabajamos para que los contenidos funcionen en cada una de ellas.

¿Por qué cambiaron los programas en una década?

La primera camada de programas originales de Cartoon Network, como Johnny Bravo, El laboratorio de Dexter o Coraje, el perro cobarde eran pura y exclusivamente comedia; no había manera de consumo más profundo. Los dibujos animados anteriores, como Tom y Jerry eran comedias rápidas sin diálogos, basadas en una sucesión de chistes permanentes. Si bien todavía hoy esos programas funcionan bien, lo que logramos fue adaptar esa narrativa para que sea más profunda y multiplataforma. El quiebre de la nueva animación lo marcó Hora de Aventura, que trajo historias más complejas y abrió la puerta a Gumball, que combina técnicas de animación. También se acortaron a la mitad el tiempo de los episodios, que antes duraban 22 minutos. Necesitábamos mayor inmediatez sin perder la profundidad.