No suena en radio, pero sí truena

COLPRENSA | LA PATRIA

Los impulsos artísticos de Natalia Bedoya, quien nació en Anserma, la han llevado por caminos difíciles. Sin embargo, le han dejado satisfacción y ganas de seguir trabajando en el teatro musical. Hoy estrena en Bogotá Sonidos del Mississippi al Guatapurí, espectáculo que rinde homenaje a vallenatos, porros y cumbias de la compositora Rita Fernández y en el que también introduce blues y jazz.

Dejó las telenovelas y está haciendo música que usualmente no suena en la radio comercial, ¿cómo se siente?

Ha sido un fenómeno atípico porque he venido confirmando mi vigencia escénica en Colombia. Sin ser una artista que suene en la radio o salga en la televisión, la gente paga por ver mis espectáculos. Algunos piensan que sin radio o televisión puedes terminar en el anonimato, pero resulta que no. Sí puedes hacer un camino, solo requieres de grandes herramientas escénicas. El teatro musical me ha permitido arriesgarme y hacer cosas donde sé que el público tiene experiencias distintas.

¿Por qué Rita Fernández?
Es la razón por la que estoy haciendo el repertorio de Sonidos del Mississippi al Guatapurí. Ella tiene 67 años y una obra llena de canciones como porros, fandangos y cumbias. Ser mujer en esa escena machista del vallenato, le ha costado difundirla, por lo que es conocida como El diamante del Cesar.

¿Cómo fue el encuentro?

Hablando con ella terminé mostrándole mi música y me dijo que quería que interpretara sus canciones. Me invitó un mes a su casa para conocer su obra, levantarnos todos los días cerca del río Guatapurí mientras me recitaba la poesía de cada una de sus canciones y todas sus historias como una pianista clásica.

¿Cómo conecta la tradición y el folclor con blues y jazz?
Me encuentro con esa valiosa historia de música colombiana y solo se me ocurre ponerme a trabajar, sin pretender ser cantante de vallenatos. Mi banda y yo argumentamos musicalmente cómo en Estados Unidos desarrollaron los cantos del soul y blues, después atravesamos América con rancheras y llegamos al Guatapurí con la música de Rita.
 

Vallenato y su banda de jazz...
Sí, mi voz y el grupo lo convierten en un espectáculo distinto, pero respetando por completo las leyes de las canciones con su poesía, melodía y estética.

¿Rita ya conoce lo que hizo con sus canciones?
Lo primero que hice fue un piloto en Cartagena, frente a mil personas, donde Rita tocó acordeón. Allí cantamos 12 canciones con mi banda. Desde ese momento exploramos muchas más cosas y crecimos. Ahora tenemos algo mucho más maduro.

¿Qué más van a hacer?
Son tres etapas. Primero estamos tejiendo lo musical y esperamos que termine siendo un disco. Sigue un musical completo que se realizaría en el 2017 con la producción de Misi. A largo plazo, el proyecto es hacer una película con la historia de Rita.

¿Y ese interés por la música colombiana?
Siempre me interesó saber cómo podía abordarla. Desde hace un buen tiempo entendí cómo dirigir mi carrera musical y también la responsabilidad de ayudar a preservar y difundir música que puede estar en peligro de desaparecer porque ya nadie la canta.

¿Y el proyecto de solista?
Muy bien, ya esto grabando mi primer sencillo con mi lenguaje y mi sonido,. Es una rama diferente a las tareas artísticas que estoy realizando. ¡Claro que una cosa siempre termina influyendo a la otra! Dentro de mis nuevas canciones está El teatro de mi vida, un vallenato que compuse en Valledupar. Además va a tener rock, jazz, blues y ranchera.

Algunas participaciones

Bedoya estuvo en el Ballet de Sonia Osorio, fue una de las cinco ganadoras del concurso Popstar y protagonizó María Barilla, una historia musical de la región Caribe colombiana.