Pasaron cuatro años para que la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB) nombrara director asistente, cargo que ocupa hace tres semanas el caldense Leo Marulanda. Él llegó a la música a través del programa de Bandas Musicales de Caldas donde hizo el proceso como instrumentista de la banda de San Félix (Salamina).
Mientras cursaba Licenciatura en Música en la Universidad de Caldas alternaba sus estudios con su cargo de clarinetista de la Banda Municipal de Manizales, agrupación en la que interpretó también el saxofón y finalmente el trombón.
Integró la Orquesta Sinfónica del Café, Walking Jazz Big Band y la Orquesta Sinfónica de Caldas, de la que fue su último director titular, sueño que cumplió después de viajar en el 2007 a Vienna (Austria) a recibir clases de dirección de orquesta y ópera con los maestros Georg Mark, David Aronson y Maksimiljan Cencic. En el 2012 obtuvo el título de Director de orquesta con especialidad en ópera.
Sigue su camino
Su carrera continúa hoy en la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Su director general, David García, explica que pasaron cuatro años sin encontrar una persona idónea para el cargo. Según él, los requisitos son altos, no solo requiere títulos, sino años de experiencia y Leo cumple con esas características al igual que dos directores más que fueron invitados el año pasado a dirigir a la OFB.
La actuación de Leo fue en octubre en el auditorio Fabio Lozano, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde dirigió la agrupación de la capital del país. El programa que le correspondió incluía obras de Blas Emilio Atehortúa, Saverio Mercadante y Pyotr Ilyich Tchaikovsky.
En ese repertorio estaban plasmadas obras y problemas con que se encuentra regularmente un director que aspira dirigir la OFB: tener la capacidad de dirigir piezas colombianas, ser un buen acompañante si hay un solista como era el caso del Concierto Nº2 en Mi menor para flauta y orquesta de cuerdas de Mercadante y dirigir obras importantes del repertorio universal como la de Tchaikovsky.
"El concierto del maestro Marulanda fue muy bueno, notamos que es serio en su trabajo musical, tuvo buena acogida entre los músicos de la OFB. Lo elegimos porque fue músico de fila, conoce por dentro una orquesta y tiene una especialización en ópera y como se sabe, ese género es delicado, todo los detalles están expuestos, todo se escucha", expresa David García.
Su función es velar por la calidad artística de la agrupación integrada por 97 instrumentistas, controlar la disciplina, escoger el repertorio, pero no solo el que él va a interpretar, sino el de toda la temporada. Así debe fijar la línea de la orquesta en general. Saber lo que otros maestros invitados van a hacer y cuidar el progreso de la orquesta, que haya un balance.
Gorka Sierra, director artístico de la Orquesta Sinfónica de Caldas (OSC) y compañero de Leo durante los dos años que estuvo como director titular, explica que el periodo de formación de su colega en Viena fue fundamental para su arribo a la OFB. "Superó su etapa de formación en ese país europeo que tiene las mejores orquestas del mundo. Tiene la ventaja que conoce el medio, la idiosincrasia de los músicos, es fiel a las partituras, característica de la escuela de Viena, seria y elegante en la dirección", indica Sierra, quien quedó a cargo de la OSC.
Nuevo reto
- ¿Cómo asume este nuevo reto en su carrera?
Es un privilegio ser el director asistente de la mejor orquesta de Colombia. Además está entre las mejores de Latinoamérica. Es una responsabilidad para la que me he preparado, debo mantener su nivel artístico, crear nuevos programas, nuevas formas de acercarnos al público, porque el director titular solo está 20 semanas con la agrupación.
- ¿Por qué cree que usted generó confianza entre los directivos de la OFB?
Por mi forma de trabajar, de transmitir lo que quiero hacer, de tener la música muy clara. Si un director viene, marca de arriba a abajo y no arregla nada, no deja una buena impresión.
- ¿Qué le aportará a la OFB?
Esta es una orquesta con mucha experiencia, muchísimo nivel, con mucho terreno ganado, pero por falta de un director asistente han venido pasando cosas que espero mejorar. Haré todo lo posible para que la orquesta mejore artísticamente.
-¿Cómo queda el nivel artístico de la OSC?
La orquesta tiene el mejor nivel artístico de los últimos años. Es un mérito que comparto con el maestro Gorka Sierra, espero que siga subiendo, seguramente no va a decaer. Confío en las capacidades de él, sé que quedó en muy buenas manos. Las cuerdas todavía están con problemas, la cosa sigue delicada, es un proceso largo con los niños de las instituciones musicales quienes son el futuro de esas secciones.
- ¿Siente que llegó a lo más alto de su carrera o aún hay más metas por cumplir?
Siento que estoy recorriendo el camino que todos debemos recorrer. Deseo dirigir una orquesta en Latinoamérica, después en Europa y ser director titular de una orquesta reconocida de ese continente.
- ¿Qué otros caldenses están en la OFB?
Víctor Hugo López, quien fue percusionista de la Orquesta Sinfónica de Caldas; la oboísta Pilar Salazar y la fagotista Sandra Duque, ambas exintegrantes de la Banda Municipal, y Mónica Suárez, contrabajista.
"Estoy dispuesto a colaborar con las instituciones musicales de Caldas. Sé que desde aquí puedo hacer mucho por ellas. Hay que meterle la ficha a los niños".
90 conciertos al año celebra la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
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