Katherine Vélez, mujer de contrastes

COLPRENSA | LA PATRIA

BOGOTÁ

Conversar con Katherine Vélez es tener un momento de tranquilidad y armonía. Ella siempre tiene una sonrisa y actitud positiva frente a las situaciones de la vida y esto lo trasmite a sus espectadores.

Pasa con facilidad del drama a la comedia. Para ella haber interpretado a Isabel Cristina en el Capo fue tan gratificante, como su rol de Bertha Hernández en Amo de casa, nueva producción del canal RCN.

Su papel es el de una mujer de 43 años, buena esposa, fiel, dedicada a su hijo y a su esposo, así él no la quiera tanto.

En la comedia Bertha es el ama de casa colombiana que no se maquilla, se viste con ropa sencilla, rara vez pasa por la peluquería, le encanta el reggaetón, pero esto solo lo saben sus amigas y Francisco, que la escucha sesear cuanta canción suena en las emisoras. Es la líder de Las Vigor (viejas gordas), esperanza y reflejo de las amas de casa colombianas entradas en edad adulta que hubiesen querido hacer algo más con sus vidas.

Ser ama de casa

- ¿Qué es lo más difícil de ser ama de casa?

La cocina. Esta labor es tan desagradecida, uno nunca acaba de hacer el desayuno y limpiar los platos, cuando hay que hacer el almuerzo y otra vez a limpiar platos. Se le puede ir la vida en eso. Un trabajo del que nadie se pensiona. Quien trabaja en una empresa después de un tiempo adquiere una pensión, pero la pobre ama de casa nunca. ¿Los hijos una pensión? Cuándo, si los hijos crecen y antes le llevan los nietos para que los cuiden.

- ¿Tiene tiempo para dedicarse a ser ama de casa?

Me encanta. Digo que me gusta porque no lo hago todo el día. Si me tocara estaría maldiciendo. Hay cosas que trato de hacer en mi casa de las que quiero siempre estar pendiente y sobre todo lo que tiene que ver con mi hija y la alimentación de la familia.

- ¿Qué es lo más difícil de hacer comedia?

Encontrar el tono y no pasarse. Usualmente uno relaciona la comedia con la caricatura, lo cual no está mal, pero son dos tonos distintos. Hacer un personaje de verdad al que le pasan cosas verosímiles que son muy divertidas que casi llegan al límite de la farsa, es un tono muy complicado de hallar. Por ejemplo, hay una escena en Amo de casa donde Bertha se para frente al ascensor a preguntarle cosas a Francisco en la que ella solo está tratando de ser amable, pero la mezcla de rabia y reacciones de los dos, resulta una escena divertida. Ahí es donde uno dice hay comedia sin que los actores se esfuercen en hacer una caricatura.

- ¿Drama o comedia?

Creo que son exigencias distintas. Las dos me gustan y las disfruto mucho y me da la posibilidad de encontrar aristas diferentes de los seres humanos que es finalmente lo que me apasiona de mi trabajo.

- ¿Si se quedara sin trabajo y tuviera que quedarse en la casa, a qué se dedicaría?

A nada que dé plata. Lo que me gusta no da plata. Cuando entré a la universidad a estudiar ingeniería tuve la posibilidad, pero me salí antes de producir. Después estudié literatura y la terminé, obviamente tampoco da plata. Luego estudié teatro, es decir fui una verdadera preocupación en la familia. Creo que yo escribiría, es algo que trato de hacer a diario y que me gusta mucho.

- ¿Qué tipo de cosas le gusta escribir?

Hago dramaturgia. El año pasado hicimos un montaje con el Teatro Nacional y lo fueron a ver de la Universidad Distrital. Esa institución tiene una nueva colección de dramaturgia y me llamaron el año pasado para sacar el libro de la obra. La publicaron en diciembre y está solo en internet. Siempre he sido muy cercana a la vida universitaria y para mi fue muy grato ver la obra y que otros tengan la posibilidad de montarla.

- ¿Teatro, cine o televisión?

Llevo años preguntándome eso y no he podido responder de una manera tajante. Son tres espacios diferentes. Espacios que exigen métodos de trabajo diferentes. En el teatro la repetición es el método. En la televisión que es mucho más repentista, hay que tener una tremenda disciplina y de los tres hay que tener la conciencia de la enorme responsabilidad que uno tiene como comunicador, sobre todo en este país.

- ¿Qué tan satisfactorio es pasar del drama a la comedia?

Es muy grato, se siente en el estado de ánimo. Particularmente en el primer Capo, cuando matan al hijo de Isabel Cristina fue angustiante y devastador. Amo de Casa, a pesar de que es un tema trascendental, también es un poco más relajante y tranquilo. Son más las Berthicas y los Franciscos que reflexionan sobre el día a día y en el qué voy a hacer mañana y el resto de mi vida.

- ¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso, desde que empezó a los 17 años hasta la actualidad?

Sé que hay una tarea diaria por cumplir. Así como le toca a uno crecer, le toca ir sacando conclusiones, quemar etapas, aprender de ellas. Así son los procesos de la vida y para mi descubrir que el actor es un comunicador y que tiene una responsabilidad enorme con los espectadores a los que se llega, es un privilegio que hay que tratar con mucho cuidado, ser respetuosos y a la vez darme cuenta que ha sido muy importante en mi vida y carrera.

- Se habla de una tercera temporada del Capo, ¿Va a estar en ella?

Sé que sí va a haber una tercera temporada. No sé que tanto pueda contar de eso, pero va a estar cargadísima de acción. No creo que vaya a estar. Isabel Cristina cumplió un ciclo y asumí ese personaje con responsabilidad. Fue un papel en el que se mostró la necesidad de tener amor propio.

- ¿Es cierto el rumor que va a interpretar a Helenita Vargas?

No sé. Hice dos pruebas y tengo un profundo respeto por un ser humano que existió. No es lo mismo inventarse un personaje de la nada, en la que se le pueden inventar defectos y fallas a un personaje que existe que tiene familia y que todo un país ha querido.