Jorge González no tiene problema alguno en admitir que se siente extranjero en su propia patria, Chile. Por esto, el vocalista de la legendaria agrupación ochentera Los Prisioneros, ha vivido largas temporadas en Valencia (España), México D.F. Así como Nueva York y ahora Berlín (Alemania), desde donde viajará esta semana a Colombia para realizar tres conciertos.
Llegará con su arsenal de clásicos del rock en español para compartir escenario junto a otros legendarios, Toreros Muertos, y realizar conciertos en Bogotá este 30 de mayo, Duitama al día siguiente y el 7 de junio en Manizales.
Formada en 1979, generando una serie de himnos que en su país serían la banda sonora de los opositores al régimen militar de Augusto Pinochet, y que se extendería por toda América Latina, siendo uno de los máximos representantes del auge del rock en español de los noventa.
El idilio con el público y los integrantes de este grupo duraría hasta 1992, que retomarían en el 2001 y se extendería por cuatro años más. Pero esto no ha sido impedimento para que Jorge González siguiera haciendo música, desde pop, rock, hasta explorando el mundo de los dj´s y ahora nuevamente en niveles más acústicos.
Colprensa habló vía telefónica con Jorge González de lo que será su nueva serie de conciertos en Colombia, sus nuevas canciones, así de lo que él piensa del legado musical de Los Prisioneros.
- Vuelve a los escenarios colombianos ahora junto a Toreros Muertos, otros históricos del rock en español...
Será muy divertido porque con Toreros Muertos compartimos escenario desde las primeras veces que viajamos a Colombia, y nos fuimos encontrando a lo largo de estas décadas.
- ¿Dos propuestas muy diferentes dentro del rock en español de los años 80's?
Al final creo que nos unían varias cosas. Por un lado, hacer un rock como sentíamos el anglo, pero en nuestro propio idioma, y sin darnos cuenta le dimos una identidad propia sin buscarla, con mucha naturalidad.
Por otro lado, necesitábamos hablar de las cosas que nos pasaba a nosotros, no sólo desde lo político, también desde lo cotidiano e incluso desde lo absurdo.
- ¿Mucha rebeldía?
Creo que fuimos más conservadores de lo que parece. Las canciones más contestarías como 'Sexo'”, 'Las Industrias' y 'El baile de los que sobran', fueron las que más impacto tuvieron en América Latina, por la coyuntura, pero hacíamos música en especial para pasarla bien.
- ¿Eran conscientes de eso en los años 80's?
No recuerdo que analizáramos mucho eso. Quizás cuando salíamos de Chile y dábamos entrevistas donde al final terminábamos hablando de ese tipo de temas, pero en realidad en los años ochenta estábamos más ocupados en en pasarla bien que en pensar en qué cantábamos y qué ocurría con nuestras canciones.
EN SOLITARIO
- ¿Sigue desarrollando su carrera musical en Berlín?
Sí, nunca la he dejado, porque ella va más allá de la fama, de la posibilidad de tocar en un estadio de fútbol ante miles de personas, o hacerlo en un pequeño bar donde tu mismo conectas y desconectas los instrumentos.
Hace algunos meses lancé 'Libro', un álbum que ha tenido una acogida que no me la esperaba. En Chile fue necesario lanzar una edición especial ante los buenos resultados, y ahora se ha publicado en Argentina. Espero que podamos hacerlo pronto en Colombia.
- ¿Cómo nació 'Libro'?
Es curioso cómo nacen las cosas. Hace un tiempo perdí mi estudio de grabación en Berlín. El edificio en el cual se encontraba, fue vendido a una cadena de televisión y tuvimos que desocupar. Me traje todos los equipos a mi casa, pero por respeto a los vecinos no podía hacer mucho ruido, por lo que empecé a trabajar y crear con guitarra y voz, de manera muy acústica, y de esa exploración apareció 'Libro'.
- Curiosa forma de hacer un disco...
En realidad, muchas de las cosas que he hecho en la música han salido así, como la solución a problemas o dificultades que se me van presentando. Hace algunos años, cuando vivía con la madre de mi hijo, en las tardes no podía hacer ruido porque él estaba en casa durmiendo o haciendo los deberes escolares, y entonces empecé a explorar la música electrónica y de ahí salió un proyecto house.
- Ha vivido en diferentes partes del mundo, ¿Por qué ahora Berlín?
Me adapto a cualquier lugar. Creo que en Chile me he sentido un poco extranjero, por lo que siempre me ha gustado escapar a otros lugares que me van alimentando, como Nueva York, Valencia, México o ahora Berlín, siempre enfrentándome a culturas diferentes.
- ¿Ya tiene preparado el repertorio que tocará en Colombia?
Estará concentrado en los clásicos de Los Prisioneros con algunas canciones mías como solista. Siempre hay sorpresas y eso nos gusta. Incluso, una vez hicimos una versión del vallenato 'Santo Cachón', porque en Nueva York conocí a un colombiano que me enseñó mucho de su música.
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