Banquete musical, protagonizado por Giovanni Hidalgo

Cerca de 500 personas fueron testigos del talento del músico puertorriqueño Giovanni Hidalgo, que descrestó al público con su actuación anoche en el Teatro Los Fundadores. El boricua alternó con la agrupación manizaleña Walking Jazz, que abrió el concierto con la obra 57th St. Mambo, de Michael Fhilip Mossman. A ritmo de latin jazz se prendió la noche, los 22 instrumentistas de la big band interpretaron magistralmente canciones como Paq man y  From the heart, de Hilario Duran, y Now you know, de Joe Gallardo. Los solos de trompeta, saxofón, batería y clarinete, fueron aplaudidos por los asistentes, que con gritos y silbidos mostraron su complacencia con el talento local.

Después de una hora de escuchar a Walking Jazz, a las 9:00 de la noche salió Hidalgo al escenario, se quito su chaqueta y de inmediato se apoderó de los timbales e interpretó en compañía de cuatro músicos más Rice and Beans, de la autoría de su amigo Michel Camilo, dejando boquiabiertos a los espectadores con la habilidad para tocar este instrumento y de pasó recibir la ovación del público. Después de un corto saludo pasó a las tumbadoras, su instrumento predilecto, y se sobró al dar una exhibición brillante y cautivadora interpretando Blues Bossa, y de paso ratificó por qué es considerado el mejor intérprete de la percusión latina en el mundo.

Durante el recital, Luis Guillermo Morales, bajista y director de Walking Jazz, recibió un reconocimiento por los 22 años de trayectoria del grupo, mientras que Hidalgo también fue homenajeado por compartir su talento con los manizaleños. El amo de las tumbadoras se despidió con la canción Caribe que hizo levantar a más de uno de su silla al ver tocar al rey de las tumbadoras por primera vez en Manizales.