Al ritmo del compositor manizaleño Guillermo González

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

"Y no estaba muerto no, estaba de parranda, estaba vivo, gozando la cumbiamba...(fragmento de la canción El Muerto Vivo)

Reconocidas canciones como esta, interpretadas por Rolando La Serie y por cantantes españoles como Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina fueron compuestas por el manizaleño Guillermo González Arenas.

Aunque está ad portas de cumplir sus 92 años, parece un joven de 20, pues además de su pinta fresca con pantalón de pana y zapatos pisahuevos, se mueve por doquier y tiene tan buena memoria que tararea sin parar varias de las canciones que lo hicieron famoso en el mundo.

Esta distinción motivó que la Banda Municipal de Manizales le rindiera un homenaje el pasado domingo a este compositor, arreglista y director de orquesta, quien asegura que cuando tomó en serio la decisión de ser músico, lo hizo con la firme decisión de dignificar esa profesión. Don Guillermo le concedió una entrevista a LA PATRIA, interrumpida varias veces por la efusividad de sus amigos que se acercaban a saludarlo.

Ejemplo

- ¿Qué siente ser un referente musical en el mundo, al punto que hasta Joan Manuel Serrat y Sabinas cantan sus canciones?

Mucha emoción, en Europa hay 10 países donde suena la canción El Muerto vivo, por ejemplo. Eso me genera un gran orgullo por lograr lo que quería, y no quedarme tocando en un café, porque no quería ser un simple músico, sino algo más y sobresalir a punta de trabajo.

- ¿Cumplió todos sus sueños?

Todos, incluyendo al amor de mi vida, mi esposa Norita Obando, si no fuera por ella... A mi nadie me cree que no estudié música, pero tenía un ángel y eso me ayudó mucho, y la voluntad de surgir.

- ¿Qué estudio entonces?

Solo estudié una parte del bachillerato, fui a la Escuela de Cadetes en Bogotá, porque quería ser piloto militar, y luego a la escuela de Ingenieros Militares en Ibagué, pero como no tenía amigos en la "rosca" me sacaron. Algunos amigos me dicen: hombre negro siquiera no te quedaste en eso.

Para otra ciudad

- ¿Cuándo se metió en serio con la música?

Después me vine para Manizales, trabajé en muchas cosas y seguí dando algunas clases como mi papá (el maestro Francisco 'Pacho' González). Veía a muchos borrachos con el instrumento en pie y eso me daba tristeza, por eso cuando me metí en serio, dije: Le voy a dar dignidad a la música. Una vez jugando billar con mi amigo Alberto Tabares, otro amigo nos pidió que le diéramos serenata a su novia y que tocara la trompeta. Eso nos sonó muy bueno y así formé mi primera orquesta con el nombre de Ritmo y Juventud. Comenzamos a tener varios contratos con el Escorial, en La Rochela y el Club Campestre, entre otros, aunque no veía que fuera a pasar de ahí.

- ¿Por eso se fue a vivir a Medellín?

Sí, porque era muy estrecho el ambiente musical, no había casas disqueras y era la ambición de todo músico en el 57, cuando me fui. Allí, además de actuar por 9 años consecutivos en el Club Medellín, tuve la fortuna de dirigir la Orquesta Gigante de la Voz de Antioquia, y las disqueras querían arreglos míos, la acogida fue impresionante. Hice 4 programas dirigiendo la Sinfónica de Colombia en televisión, en el programa Noches de Gala. Medellín fue mi vitrina, donde me lancé, aquí solo me conocían los amigos, en el café La Guaca, en la Feria Taurina o en el Club Manizales.

Los mayores recuerdos

- ¿Qué artistas recuerda en toda esa trayectoria musical?

Fui gran amigo de Leo Marini y de Maria Luisa Landín, que eran mis ídolos y por eso me aterraba cuando ellos me decían: maestro. Eso era del otro mundo. Daniel Santos se vino desde Nueva York para que le hiciera un arreglo para un concierto y fue la locura. A Celia Cruz me tocó acompañarla, pero el artista que más tuvo que ver en mi vida fue Felipe Pirela, quien me contrató como arreglista exclusivo para canciones como Únicamente tú, Bendita tú y Amor se escribe con llanto.

- ¿A qué le sonaba antes la música, qué sentimiento tenía y a qué le suena ahora?

En Manizales casi toda la música era romántica. Ahora hay muchos discursos con acompañamiento de tambores. Por eso cuando usted va a una fiesta, siempre se revive la música vieja.

- ¿Ha vuelto a componer?

Sí, un bambuco, que le hice en noviembre a Aguadas. Se llama Aguadas papá. El último arreglo que hice fue para la Banda de Yolombó (Antioquia), llamado Invierno y primavera de Carlos Vieco.

- ¿Qué extraña de Manizales?

La gente, a mis amistades y los lugares y paisajes tan bellos. En Medellín no ve sino cemento por todas partes, aunque adoro a Medellín, porque me acogió y me permitió hacer todo lo que hice.

- ¿Qué mensaje les envía a las personas que lo admiran tanto?

Que gracias por ese cariño y admiración que me han brindado y que están bien correspondidos.

Hoja de vida

Guillermo González Arenas es compositor, arreglista y director. Nació en Manizales el 22 de septiembre de 1923. Inició su carrera musical como director de la Banda Municipal de Filadelfia a los 17 años. Ingresó a la Banda Departamental de Caldas, donde llegó a ser Músico Mayor. En 1955 formó parte de la Orquesta Sinfónica y la Banda del Conservatorio de Manizales. Fundó y dirigió orquestas como Ritmo y Juventud, Italian Jazz y Superstar. Fue arreglista de diversas casas disqueras de Medellín y Director artístico de los sellos Sonomúsica y Sonolux.

Dato

Trompeta, guitarra, bandola y tiple, además algo de piano, algunos de los instrumentos que toca Guillermo González.