Certificarse en Buenas Prácticas Ganaderas, tarea de paciencia

Cristian Camilo Aguirre

LA PATRIA | Manizales

Una bonificación de $45 pesos por litro de leche vendida y la satisfacción moral de suministrar un alimento inocuo y sano.

Estos son los beneficios que Humberto Rivera espera que le traiga certificarse en Buenas Prácticas Ganaderas (BPG), que da el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Él les propietario de la hacienda La Favorita, ubicada en la vereda El Desquite de Manizales.

La tarea

Para ese proceso, asegura que ha contado con el apoyo de la Unidad de Gestión Rural de la Alcaldía de Manizales.

El ganadero manifiesta que el proceso para certificarse en BPG es dispendioso, debido a que los ganaderos a veces no cuentan con el tiempo para cumplir los requisitos exigidos.

Por ello agradece el apoyo de la Unidad de Gestión Rural, que se encarga de realizar los diagnósticos, los protocolos que se deben implementar en la finca y el entrenamiento a los empleados, entre otras funciones.

Apoyo

Estefanía Salazar, médica veterinaria y zootecnista de la Unidad de Gestión Rural, es quien se encarga del acompañamiento que ha brindado la entidad desde marzo a La Favorita. Ahora ultima detalles para programar la visita del ICA.

La veterinaria explica que la certificación en BPG garantiza que la finca produzca con calidad e inocuidad, sea la leche o carne, para el consumo.

Agrega que la certificación es una lista de chequeo, en la que se examinan parámetros como las instalaciones de la finca, las superficies por donde pasan los animales para que no se genere contaminación.

Las condiciones

La certificación exige que los ganaderos lleven registros como el ingreso de las personas, el suministro de medicamentos, la rutina de ordeño, la sanidad del hato, el almacenaje de insumos, el manejo de residuos sólidos y líquidos, entre otros.

El proceso de acompañamiento puede durar un año, pero este varía según el diagnóstico inicial y si el hato está libre de enfermedades.

Humberto Rivera está satisfecho y destaca que además de cumplir, ahora tendrá otra garantía de que produce con calidad.

Certifíquese

Los agricultores y ganaderos interesados en certificarse pueden acercarse a la Unidad de Gestión Rural de la Alcaldía de Manizales o llamar a 3152753483. El acompañamiento es gratuito.

Profesionales

En la actualidad la Unidad de Gestión Rural tiene dos médicos veterinarios, un zootecnista y cinco ingenieros agrónomos que se encargan del acompañamiento para la certificación en BPG y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).

Meta

Carloman Londoño, director de la Unidad de Gestión Rural, dice que esperan hacer acompañamiento este año a 10 fincas de producción agropecuaria y 6 ganaderas. Al final de la Administración se busca que estén certificados 50 predios (20 ganaderas y 30 agropecuarias).

Beneficios

- Con la certificación ICA los productores reciben un sobreprecio. $45 más por litro los lecheros y $15 más en en hatos libres de tuberculosis.

- Comercializadores como supermercados buscan proveedores que tengan certificaciones.

- La comercialización de productos es más formalizada.

- Hay mayor rentabilidad.

- La contabilidad es más controlada, lo que implica un mayor orden financiero y valor comercial.

Para iniciar

- Antes de iniciar el proceso de certificación en BPG los hatos deben estar libres de brucelosis y tuberculosis. Esto puede demorar entre cuatro y seis meses, debido a que se deben hacer dos muestreos. La prueba por animal tiene un costo aproximado de $40 mil.

- Busque la asesoría de entidades gremiales o municipales. También puede descargar la lista de chequeo para ver los parámetros y empezar por su cuenta.

- Tanto ganaderos pequeños como grandes pueden certificarse, pero tenga en cuenta que requiere inversiones y tiempo. Otra manera de lograrlo es a través de asociaciones.

- No solo lo vea como un beneficio económico, sino también como una responsabilidad social al producir un alimento sano.

Bienestar animal

Certificarse en BPG también implica realizar prácticas de bienestar animal, debido a que son un requisito extra. Este segmento consiste en evitar la manipulación de utensilios o herramientas que puedan provocar sufrimiento en el animal, además de procurar por una buena alimentación, desarrollo y aplicación de medicamentos.