- ¿Eres cumplido con tus horarios, citas y tareas? Los adolescentes Caren Suárez, Juan David Mora y Daniela Grajales no dudan en su respuesta: "sí", dicen contundentes.
Para la primera es indispensable llegar a tiempo a sus clases escolares; para el segundo no fallar a sus citas personales significa darles a las demás personas la importancia que se merecen, y para la tercera tener unos cuadernos limpios y ejercicios al día son sinónimo de responsabilidad.
Los tres jóvenes, estudiantes de los colegios La Asunción, LANS y Fortunato Gaviria (Villamaría), aseguran que les deben a sus padres esta cualidad.
"Desde pequeña me lo han inculcado y hoy agradezco ser así, pues los profesores y la gente que te conocen, te tienen en buen concepto. En vacaciones, por ejemplo, dediqué la primera semana a descansar, luego me puse a hacer las tareas pendientes y maquetas, y finalmente a dejar los cuadernos bien bonitos", indicó Caren.
Ella estudia, en octavo grado, con 52 chicos más. Motivo que la impulsa a sobresalir por su buen desempeño y fama. "Muchos de mis compañeros solo cumplen cuando los maestros son estrictos y pienso que a uno no lo deben amenazar para rendir", agregó la estudiante de la zona rural.
Cuestión de hábitos
Para el psicólogo Jorge Hernán López ser incumplido no denota más que un mal vicio. "Se adquiere el hábito y si desde el hogar se permite, es muy fácil que no se cambie. A las personas se les debe educar desde el vientre; disciplinarlos. El ausentismo en las escuelas es una característica de una crianza débil, pues salen las disculpas a relucir y los adultos las dejan pasar", explicó el profesional.
Y Mariana sí que sabe de esto. En muchas ocasiones ha inventado dolores de estómago, en la cabeza y hasta las piernas con tal de no ir a la escuela.
"Le digo a mi mamá que me siento muy mal y funciona. Me dice que me quede en cama", contó la muchacha, de 15 años, y quien ve en sus "mentiras piadosas" todas unas hazañas.
Desde el fondo de su corazón, sin embargo, Mariana está segura que no está bien mentir, pero admite que le da pereza ir a estudiar cuando no ha hecho las tareas, según sus disculpas, por falta de tiempo.
Seguro Caren, Juan David y Daniela no verían en Mariana a un prospecto de amiga. De ahí que sin conocerla le sugieran que se vincule a programas curriculares y extracurriculares que seguro ofrecen en sus institución educativa, además, la invitan a asumir responsabilidades y proyectar intereses a partir de sus gustos.
Los tres protagonistas de este artículo pertenecen a diferentes grupos juveniles, se le miden de manera constante a concursos y buscan un futuro exitoso. Mariana, sin descalificarla, asume el día a día sin mayores retos, aunque hoy, después de charlar sobre este asunto, se comprometió a ser más proactiva y drástica en sus decisiones de vida.
Tenga presente que la puntualidad, en cualquier ámbito, es una norma básica de convivencia. No es elegante ni aplaudible llegar tarde a cualquier lado, tampoco a un espectáculo ni mucho menos a su centro educativo.
Noelba Calle, psicóloga, se lo dice mejor: "es cuestión de educación".
En una cita
Para estar a tiempo: Procure llegar 5 o 10 minutos antes de la hora pactada. Tómese un café o gaseosa mientras espera.
¡Ojo!, reflexione
Cumplir horarios no es igual a cumplir objetivos. Procure por alcanzar las dos cosas, pues una, en conjunto con la otra, le ayudarán a proyectarse y a ser mejor. Por ejemplo, hizo la tarea de matemáticas, ¿entendió?; ¿leyó el cuento de Gabriel García Márquez?, ¿le quedó clara la idea principal?, o ¿realizó el ejercicio de inglés?, ¿utilizó traductor o lo hizo por sus propios medios?
Ser puntual implica que usted es*:
- Disciplinado.
- Tiene carácter
- Es ordenado y organizado con su tiempo
- Es eficaz en cumplir con las obligaciones
- Es alguien de confianza
- Tiene palabra
- Aprovecha el tiempo
* Tomado de Universia.com
Sea puntual desde hoy
1. Examínese y descubra las causas de su impuntualidad: pereza, desorden, irresponsabilidad, olvido, etc.
2. Establezca un medio adecuado para solucionar la causa principal de su problema (recuerde que se necesita voluntad y sacrificio): reduzca distracciones y descansos a lo largo del día; levántese más temprano para terminar su arreglo personal con oportunidad; ponga el despertador más lejos...
3. Aunque sea algo tedioso, elabore por escrito su horario y plan de actividades del día siguiente. Si tiene muchas cosas que atender, hágalo para los siguientes siete días. Será más fácil incluir otras actividades y podrá calcular la manera de cumplir con todo. Recuerde que con voluntad y sacrificio, logrará su propósito.
4. Implemente un sistema de alarmas que le ayuden a tener noción del tiempo y cámbielas con regularidad para que no se acostumbre.
Tenga en cuenta
Para una persona impuntual los pretextos y excusas se van agotando.
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