Último adiós a Juanita en Chinchiná

LA PATRIA | CHINCHINÁ

Ella era la niña consentida, muy inteligente para su edad, risueña y divertida. En esas cortas, pero sentidas palabras describió Jhon Marden Valencia a su nieta Juanita, la pequeña de cuatro años que desapareció en aguas del embalse Cameguadua el 22 de diciembre y que encontraron muerta el pasado martes.

Ayer, hacia las 2:30 de la tarde, se llevó a cabo su sepelio en el Cementerio Central de Chinchiná al que acudieron sus familiares, autoridades y una romería de chinchinenses.

El cuerpo de la pequeña ingresó en un cofre blanco que transportaron integrantes de la Policía. Los Carabineritos la recibieron en medio de una calle de honor con flores blancas y globos.

Allí se llevó a cabo la misa. A un lado del féretro, su madre Daniela y otros familiares permanecían inconsolables, rodeados de personas que se conmovieron por la escena.

En la homilía pidieron que se haga justicia y por el descanso en paz de Juanita. Tras finalizar y en medio de una leve lluvia, Daniela se aferró al féretro y despidió a su pequeña mientras la conducían a su bóveda.

Un regalo que nunca llegó

Una mujer citó a la madre de la menor para supuestamente regalarle juguetes y ropa para la pequeña y su hermanita, de un mes. Sin embargo, lo que aparentemente buscaba era robarse a la bebé.

La desconocida empujó a Daniela y a Juanita a un canal de aguas en el sitio conocido como El Chispero. La progenitora se alcanzó a salvar, pero su hija no.

A la bebé la rescató la Policía ese mismo día y capturó a la presunta homicida, quien no aceptó cargos ante un juez de control de garantías.

Recuperación

La búsqueda del cuerpo tardó 12 días. La presencia de lodo y la fría temperatura del agua dificultaron la ubicación. Finalmente encontraron a la menor en un sitio donde se efectúa el dragado del lago.