Su asesino terminó la discusión de tres disparos

LA PATRIA | MANIZALES

Rafael Andrés Montoya, de 25 años, era conocido en todo Galán como Papayo. El joven vivió casi toda su vida en este popular barrio de Manizales, pero hace un año aproximadamente su familia se benefició con los apartamentos gratuitos en San Sebastián.

Sin embargo, no dejó de frecuentar el lugar en donde se crió, llegó donde una vecina quien lo vio tranquilo, le regaló un vaso de agua y tras tomárselo rápidamente siguió su camino. Minutos después acabaron con su vida el pasado domingo, hacia las 11:30 de la noche, luego de que le dispararon en tres oportunidades.

Él se reunió con dos conocidos en el sector de La Caseta y se sentaron en unos escalones, empezaron a discutir, uno de ellos sacó un arma de fuego y lo atacó. Luego corrieron en direcciones distintas. Los vecinos no salieron sino hasta que pasó un tiempo prudente, luego vieron a Rafael tendido sobre las escalas.

Cuando los vecinos intentaron socorrerlo, no había nada por hacer. Ellos reconocieron que no era una mala persona, que lastimosamente el vicio lo llevó a volverse conflictivo, pero que planeaba rehabilitarse. Muestra de eso fueron los dos meses que estuvo sin ir a Galán.

La voluntad de cambiar no fue suficiente. Muchas veces prefería amanecer dentro de algún escampadero, antes que irse para su casa.

Rafael entró varias veces a centros de rehabilitación, pero volvía a caer a los pocos días en su adicción, según señaló un allegado suyo. Añadió que trabajaba rebuscándose en La Galería y también como recolector de café.

El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía de Manizales, explicó que en el sector hay cámaras de seguridad que captaron a varias personas huyendo y las analiza para dar con las personas que acompañaban al occiso y así determinar la identidad del homicida.

"Al parecer, el que falleció tenía continuamente problemas en el barrio y fomentaba algunas riñas", concluyó Guerrero.