Soldado manizaleño murió haciendo lo que quería

LA PATRIA | MANIZALES

La tercera vez fue la vencida para Sebastián Castrillón. Luego de que salió del colegio, hace dos años, se dedicó a buscar trabajo y a intentar entrar al Ejército, pero las cosas no se le daban. Lo intentó por última vez hace un año y logró ingresar a las Fuerzas Armadas.

Era un soldado regular, pero sus sueño estaba en crecer profesionalmente y por eso esperaba obtener su libreta. Sin embargo, sus sueños se vieron truncados por milicianos de la comisión Jurado Mogollón del Eln, quienes lo asesinaron junto a un compañero, el pasado sábado, en la vereda Cedeño, del municipio de Cubará (Boyacá).

Sebastián no fue el único con esa vocación. Era cuestión de familia, pues un hermano suyo también hacía sus primeros pinos como patrullero de la Policía, otro es un soldado profesional y Rodrigo, el que más experiencia tiene, y que es suboficial, lleva casi 10 años en el Ejército.

"Él quería aportar como colombiano a esta sociedad. El sentimiento es de dolor y de mucho resentimiento, pero para mí es entendible, esto hace parte de la guerra que se vive en nuestro país. Él sabía en el momento que ingresó a qué estaba expuesto", sostuvo su hermano.

Ayer se llevaron a cabo sus exequias. En Bosques del Norte, el barrio en donde vivió toda su vida, velaron su cuerpo. Su familia sabe que era un muchacho querido por muchos y eso se vio por el masivo acompañamiento que tuvieron de vecinos y amigos.

El ataque

Según el coronel Gonzalo Moreno de León, jefe del Estado Mayor de la fuerza de tarea Quirón, a la que pertenecía Sebastián, su labor consistía en cuidar el oleoducto Caño Limón - Coveñas. Hace una semana el mismo grupo subversivo intentó volar un tubo, pero los militares llegaron a tiempo para evitar el ataque.

Los jóvenes estaban en un puesto de control, cuando se les acercaron dos hombres vestidos de civil y con armas cortas los atacaron. Allí fallecieron el manizaleño y su compañero Sebastián Ararat, oriundo del corregimiento de Asnazu en Suárez (Cauca). En su retirada les robaron una de las armas de dotación y recibieron apoyo de otros guerrilleros desde puntos lejanos.

"Lamentamos la pérdida de un héroe de la región caldense, estamos despidiendo a una persona que entregó su vida haciendo patria combatiendo con la función de proteger a la población civil y a la infraestructura económica del país. Son milicianos que se confunden entre de la gente", explicó Moreno.