"Ricardo no estaba loco": habla exesposa de declarado inimputable

LA PATRIA | MANIZALES

"La que se va a enloquecer soy yo", indicó Luz Estela Forero, exesposa de Ricardo Enrique González Tovar, a quien el Tribunal Superior de Manizales (TSM) declaró inimputable, como lo informó LA PATRIA el 29 de agosto pasado.

El pasado anterior se leyó la sentencia. En primera instancia, un juzgado de La Dorada lo había condenado a 45 años de cárcel por asesinar a sus dos hijas, de 10 y 15 años, e intentar matar a Luz Estela, a quien apuñaló 26 veces. El caso ocurrió el 21 de junio de 2011 en Puerto Salgar (Cundinamarca).

"El siquiatra me dio incapacidad de 21 días, pues todo esto me tiene muy mal. Me recomendó no acudir a la lectura del fallo, para evitar escuchar cosas que abran más la herida. Aún no sabemos si nos iremos a casación. Tenemos hasta el lunes para decidir. Tres grupos de abogados analizan si es posible o no", indicó la mujer.

Internarlo

El TSM manifestó que se le impuso al procesado, como medida de seguridad, el internamiento bajo estrictas medidas de seguridad en un establecimiento siquiátrico, clínica o institución adecuada oficial o privada que disponga el Inpec. "Debe ser trasladado de inmediato y permanecer por 10 años o hasta cuando se establezca la rehabilitación mental del sentenciado", indicó el fallo.

González Tovar se presentó voluntariamente, pero el Inpec no lo recibió porque faltan algunos papeles. En este momento está bajo la custodia del CTI. Según el fallo, en concepto de un especialista, la enfermedad del incriminado tuvo un proceso evolutivo, pues desde el 2008 sufría depresión, fruto de la separación de su expareja. Luego pasó a ser un trastorno depresivo mayor recurrente, con síndromes sicóticos graves.

"Es una zarta de mentiras lo que dice ese peritaje de la defensa. Jamás acudió a un siquiatra, no tomaba medicamentos. Puede que tenga una patología, pero no está loco. Así las cosas, todo violador debería ser declarado loco. Tenía sus cinco sentidos, o sino, ¿cómo organizó la masacre, cómo escondió y afiló los cuchillos? Era una cuestión de machismo, propiedad e imponencia", señaló Luz Estela.

Añadió que no es posible que en una cita de tres horas el siquiatra de la defensa avalara todo el historial de su exesposo y presentara un peritaje extenso y reelaborado. "Se atreve a decir que sufría desde el 2008. Él se peinaba, se vestía, atendía una panadería, participaba en mesas redondas. No estaba loco", concluyó la mujer.