Reclutaba a habitantes de calle como jíbaros

LA PATRIA | MANIZALES

Manejaba un bajo perfil para monopolizar la venta de estupefacientes en el sector del Aguacate, en Fátima (Manizales). Además, reclutaba en Armenia a habitantes de calle para que le sirvieran de expendedores. Pero ocho meses de investigación de la Policía de Manizales dieron al traste con su negocio.

El miércoles pasado, los investigadores allanaron de manera simultánea la vivienda de Aníbal, de 61 años, en el barrio Campoamor, y las casas usadas como ollas en este barrio. Capturaron a nueve personas, quienes tendrán que responder ante la justicia por concierto para delinquir.

La Operación Zafiro se desarrolló mientras los detenidos llevaban a cabo su actividad ilícita. Para tal fin usaron a integrantes que se hicieron pasar como compradores, pues la topografía del lugar, de calles estrechas y empinadas, dificultaba la redada.

Los integrantes

Durante 10 años, Aníbal dirigió esta banda. En el 2010 pagó una sentencia por tráfico de estupefacientes, tras un allanamiento que se efectuó en El Aguacate. Lo capturaron junto a su hijo, quien todavía permanece en la cárcel.

De acuerdo con la investigación, cuando salió de prisión, se dirigió a Armenia con su familia y luego regresó para instalarse en Campoamor y surtir cinco ollas de vicio en Manizales. También recibió dos condenas por porte ilegal de armas de fuego.

A Osama, Juanda y Sebas, tres capturados, los trajo Aníbal desde la capital del Quindío para que le sirvieran de expendedores en los ranchos que construyó. Eran habitantes de calle indocumentados y debieron sacarles cédulas de ciudadanía para poder judicializarlos.

Incautaciones

Durante el operativo se decomisaron 10 kilos de marihuana, 600 gramos de bazuco, 21 cartuchos calibre 38, material de empaque y $280 mil en efectivo, producto de la venta.

La estrategia

Los expendedores hacían turnos durante las 24 horas del día. A diario le entregaban unos $2 millones a Aníbal, quien luego consignaba el dinero a Armenia, de donde se traía la droga hasta Campoamor. Dos veces a la semana se entregaba a los expendedores en El Aguacate.