El Ministerio Público pidió condena para Gabriel Jaime López Escobar, pero a diferencia de la Fiscalía, señaló que no se trata de un coautor sino de un cómplice en el homicidio de Orlando Sierra Hernández, subdirector de LA PATRIA.
La Fiscalía reafirmó su acusación y fue la primera en pedir la condena de López Escobar, hermano de Fabio y Hernando, absueltos en diciembre pasado por el Juzgado especializado de Pereira, junto con Ferney Tapasco y Henry Calle por el mismo crimen. Tribunal Superior de Manizales estudia la apelación.
Ayer se presentaron los alegatos de conclusión. El fiscal se centró en la relación entre Gabriel Jaime, como empleado de la compraventa en la que comenzó la consecución de los sicarios que habrían de perpetrar el crimen.
Señaló nexos de los López con los autores materiales, ya condenados. Relacionó el arma de fuego hallada en la residencia de alias Tilín, propiedad de Fabio López Escobar.
Se refirió a los testimonios de alias Alas y del mismo Tilín, así como a los informes de investigadores que establecieron la identidad de Gabriel Jaime López.
El fiscal hizo énfasis en el último homicidio, entre una larga cadena, de declarantes que figuran en el expediente. Se trata de Jaime Ospina Millán. A él lo mataron en Viterbo en diciembre del 2010. Fue el que le compró un arma de fuego a Fabio López, la misma que hallaron en el allanamiento a la residencia de Tilín, condenado por el homicidio de Sierra.
La Procuraduría descalificó todas las versiones distintas dadas por reconocidos delincuentes condenados por la muerte de Sierra. Igual lo hizo con la declaración de alias Alberto Guerrero. Para el representante del Ministerio Público se trata de relatos inverosímiles.
Por lo contrario se une a la teoría de la Fiscalía y agrega que a Orlando Sierra lo asesinaron en un momento en el que la corrupción manejaba los hilos del poder en Caldas. El subdirector de LA PATRIA era punzante para atacar las prácticas corruptas. "La muerte de Orlando Sierra es un magnicidio para la región", apuntó.
La defensa de Gabriel Jaime López Escobar basó su alegato final, en el que pedía la absolución, en la descalificación de varios testigos que, según sustentó, no constituyen prueba contra el procesado.
Las declaraciones de alias Alas, alias Tilín y la rendida por Ospina Millán, para la defensa no comprometen al acusado con el hecho investigado.
Acerca del último, llamó la atención de que su muerte ocurrió ocho años años después del homicidio de Orlando Sierra y por razones distintas, más ligadas a actividades delincuenciales, ocurridas en Viterbo.
Debido a que el juicio se hizo aplicando el procedimiento anterior al Sistema Penal Oral Acusatorio, el juez no está obligado a dictar un sentido del fallo de inmediato. Para hacer pública la decisión tampoco requiere de una audiencia, sino que se notifica por escrito a las partes.
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