LA PATRIA | MANIZALES
Al policía César Augusto Betancourt Betancur le dieron ayer sentencia con sentido de fallo condenatorio, por tentativa de homicidio, y absolutorio por tentativa de hurto (no se configuró el delito).
El juez explicó que se probó que el sujeto estuvo en el sitio de los hechos y que fue quien atacó brutalmente, a martillazos, a Luz Fanny Chalarca Melo, de 55 años. Además, que el esposo de la afectada, Jhon Jairo Cifuentes Guarín, lo que hizo fue salvaguardar la vida de su pareja al solicitar ayuda de los vecinos y llamar a una ambulancia para que la auxiliaran.
Ese acto fue el que salvó la vida de Luz Fanny, quien pudo morir por las lesiones que recibió en el cráneo. Adicional, se probó que no existía ninguna relación sentimental entre el uniformado y la agredida, como se pretendió mostrar.
"Es un triunfo en garantía de los derechos de la mujer. Se probó que mi defendida es íntegra, que comparte vida hace 22 años con su esposo. Una pareja que fue brutalmente agredida por un policía, lo que debe tener mayor reproche. En un país donde constantemente se mate y se agreda a las mujeres no se puede hablar de paz. Se hizo justicia y este caso debe ser referente para ellas, que hoy no creen en procesos de judiciales. Es hora de denunciar", manifestó Jennifer Cotacio Monsalve, abogada de las víctimas.
César Augusto Betancourt.
El ataque ocurrió en la carrera 7ª con calle 12, de Chinchiná, a una cuadra de la Alcaldía, el 29 de noviembre del año pasado. Esa noche, el policía, de civil, arribó a la residencia de la pareja y se encontró en el portón con Chalarca Melo, quien se aprestaba a salir para pasear a sus mascotas. Como eran conocidos, la saludó y le preguntó por el esposo, a quien también distinguía.
"En ese instante ingresó al inmueble a la fuerza, empezó a preguntarle que dónde se encontraba el dinero encaletado, pues sabía que ellos eran comerciantes en Palestina. Como no logró su cometido, la atacó con un martillo en la cabeza y el cuerpo. La dejó inconsciente".
"Al instante entró Jhon Jairo, quien al asustarse por no encontrarla, la llamó. Fue a la habitación y vio saliendo al uniformado, con un martillo en la mano. Este lo enfrentó, no sin antes preguntarle por la plata, pero el comerciante le manifestó que no tenía dinero, únicamente el negocio y su producido económico diario. En medio de la reyerta, los dos salieron forcejeando a la calle. El agresor escapó", indicó el ente acusador durante audiencias.
La mujer resultó con lesiones graves y solo cuando restablecieron su salud pudo narrar los hechos. El policía se entregó el 4 de diciembre.
Al parecer, el uniformado estaba acosado por una deuda de $6 millones que debía pagar por esos días y como no logró obtener préstamos en los bancos habría planeado el ilícito.
La lectura de sentencia será el 16 de diciembre. El abogado del policía pedirá domiciliaria. La representante de víctimas se opondrá. La esperan entre 8 y 9 años de cárcel.
La función que cumplía el uniformado era el cuidado de unos caballos de los carabineros en el sector de Las Pavas. El martillo que usó en el ataque hace parte de sus herramientas de trabajo.
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