LA PATRIA | MANIZALES

Esta es la historia de un caso de extorsión, en el que un hombre habría intimidado a su expareja sentimental, en Manizales. Le hizo exigencias económicas, la amenazó de muerte y terminó con detención domiciliaria, según decidió un juez de control de garantías.

La historia

• La Fiscalía dio a conocer durante las audiencias que, en principio, la víctima estuvo casada con Juan Carlos Morales Zuluaga, quien fue asesinado dentro su residencia el 27 de enero del 2008, en el barrio San Cayetano, de la capital caldense. La pareja tenía una empresa donde laboraba el hoy imputado.
• En octubre del 2008, al señalado de extorsión, lo detuvieron, junto con la pareja de Morales Zuluaga, como presuntos partícipes del crimen.
• En junio del 2009 un juez los absolvió argumentando que no encontró evidencia contundente que los inculpara. Quedaron en libertad.
• En ese mismo año, según aseguró la mujer víctima, comenzó una relación sentimental con el hoy detenido, que duró hasta el 2011.
• En el 2012 el hombre sufrió un atentado, pero de acuerdo con la denuncia instaurada por su excompañera sentimental, el indiciado habría comenzado a pedirle una indemnización de $150 millones por el tiempo que trabajó en la empresa de su fallecido esposo.
• Al ver que la mujer no cedía, le dijo que le diera $100 millones como compensación, a cambio de no involucrarla en la muerte de Morales Zuluaga.
• La mujer también señaló que dos hombres, quienes le dijeron que venían de parte de un reconocido delincuente de La Galería de Manizales, le exigieron una fuerte suma de dinero que supuestamente debía su esposo y la cual ella tenía que cancelar.
• Entre la evidencia recolectada por el ente acusador se encontró el testimonio de la hija de la víctima y de los vecinos, quienes fueron testigos de los constantes ataques del extorsionista contra la vivienda de la mujer.

El asesinato

Juan Carlos Morales Zuluaga fue asesinado a las 6:30 de la mañana en la puerta de su casa, en la calle 48C con carrera 11. Era el dueño de la microempresa de arepas Don Paco, la cual funcionaba en esta vivienda.

Se levantaba a despachar los pedidos y a recibir a los trabajadores, cuando a esa hora timbraron a la puerta. El comerciante abrió y el asesino le disparó provocándole de inmediato la muerte.