LA PATRIA | MANIZALES
Buenaventura está sumido en el caos por violencia, como dicen algunos que han huído con desespero del lugar. Se instalan en cualquier parte del país y construyen desde cero, con otras historias y sueños. Martha Lucía Cardona Ríos, de 44 años, llegó a La Dorada por estas circunstancias. Empezó vendiendo cigarrillos en el trancón del puente de Puerto Salgar (Cundinamarca) y terminó debajo de una mula.
Ella, junto con unas 100 personas más, se sostenía con las ventas desde hace unos tres meses en el trancón que hay entre La Dorada y el Puerto, debido a trabajos que realizan en el puente sobre el río Magdalena y la Meseta Dorada del municipio caldense.
El pasado martes en la noche, mientras vendía tintos y se sostenía de una mula en movimiento, Martha perdió el equilibrio y murió arrollada por las llantas del vehículo.
Lamentan su muerte
El Negro, vendedor que iba colgado en otra parte de la misma mula, vio cuando Martha se enredaba. Él le gritó al chofer para que parara, pero eso no funcionó. "Escuché cuando se le trituraron los huesos”, asegura el Negro.
Yony Uribe, conductor de mula, manifestó: “unas muchachas que venden tinto y agua se fueron a colgar al estribo de la mula, y yo les dije que no lo hicieran porque era peligroso. Segundos después me enteré del lamentable accidente. Hasta que no pasa una cosa tan grave como esta, las autoridades no hacen algo". Agregó que algunas jóvenes se suben a las mulas durante el trancón, después dañan las carpas y roban las mercancías.
Incansable trabajadora
Martha vendía también papas fritas y dulces, junto a María Franceinedy Díaz, que vende tintos. "Era muy amable. Nos hicimos amigas, me contó mucho de ella y de cómo había llegado", expresa María. Agrega que el lunes estaba contenta porque había vendido cerca de 80 mil pesos, que se los enviaría a la mamá que vive en Risaralda (Caldas) y tiene una enfermedad terminal.
"Cuando escuché que la vendedora de dulces sufrió un accidente horrible, fui a mirar y era ella. No lo podía creer, ella me había dicho esa tarde, cuando yo iba para la casa: `tráigame alguito para comer`, y le traje unas tortas de carne ¡Esto es increíble!". Martha, oriunda de Risaralda, dejó tres hijas.
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