"Mientras se negocia la paz en Cuba aquí estamos en guerra": Familiar de soldado asesinado

LA PATRIA | Manizales

Jesús Alberto Camacho, de 24 años, hace parte de los 15 militares que murieron en Arauca el pasado sábado en manos de las Farc. Era el tercero de seis hermanos y desde niño soñaba con ser soldado para servirle a la patria.

Patricia Camacho, su madre, es cabeza de hogar y vive en la vereda Campo Alegre a dos horas de La Dorada.

"Mi mensaje a quienes mataron a mi muchacho es por qué no buscamos la verdadera paz. Somos seres humanos y hermanos, esa violencia hace tanto daño a familias esperanzadas en su hijo como yo, mientras se negocia la paz en Cuba aquí estamos en guerra y nos matan a nuestros hijos, dejándonos en un sufrimiento horrible".

Chucho, como le decían sus familiares, era un campesino de la vereda Guayabales de Yacopi (Cundinamarca). Viajaba constantemente a La Doraba para visitar a una hermana y reunirse con su familia.

La mamá agrega: “era un muchacho lleno de vida,  alegre, muy amoroso, le sacaba chiste a todo y nos hacía reír con sus apuntes", expresó.

Añadió que su hijo estudió en la escuela de la vereda, donde tenían una finca, y que desde pequeño soñaba con irse para el Ejército. "Adoraba  los camuflados y siempre decía voy a ser soldado. Su ilusión se hizo realidad cuando se fue a pagar servicio militar", indicó.

Agregó que Jesús Alberto cumpliría el 25 de agosto tres años de estar en el Ejército, en donde terminó el bachillerato porque su quería ser suboficial.

El recuerdo
"El 25 de mayo estuvo en la casa y se portó hermoso conmigo. Dormí con él y mis otros tres hijos y les dije que estaba muy feliz porque desde que eran niños no dormían conmigo. Él estaba muy pendiente de mí y me llamaba todos los días a la casa de un vecino porque no tenemos señal en la vereda”, dijo.

Su hermana expresó que la última vez que estuvo compartiendo con él fue en un sepelio en el que les comunicó que si se llegaba a morir no quería que lo enterraran en una bóveda de cemento, sino bajo tierra.

"Él siempre bromeaba con todo, pero hoy pensamos que ese era su mensaje, porque algo presentía, por eso decidimos enterrarlo en tierra", indicó.

Acompañado por amigos
Jesús Alberto Camacho, estaba ahorrando para casarse próximamente con su novia Yesica Linares. Sus honras fúnebres se realizaron en la Catedral Nuestra Señora del Carmen y fue sepultado en el cementerio municipal del puerto caldense. Estuvo acompañado por familiares, amigos y la escolta militar.