Magolita aceptó que es expendedora

LA PATRIA | MANIZALES

A sus 74 años, doña Magola o Magolita, como la conocen en el barrio La Pelusa, aceptó ante un juez que es expendedora de estupefacientes, pero su nieto, Memín, negó los cargos que le imputaron y seguirá en juicio oral que inició esta semana.

Ayer, en medio de los alegatos finales por el caso de la mujer, el fiscal le solicitó al magistrado que no solamente la condenara, sino que la enviara a la cárcel a pagar su pena, pues sostuvo que ella ya tuvo una oportunidad este año cuando la detuvieron por el mismo delito, le dieron casa por cárcel y siguió expendiendo bazuco.

El defensor dijo que no desconocía el acto delictivo de Magolita, pero pidió que no la pusiera tras las rejas, pues argumentó que es una persona casi analfabeta, que ignoraba el tipo de delito que cometió y su estado de salud no era bueno.

Como solución, el abogado pidió que dejaran llevar a la mujer a la casa de una nieta lejos del "entorno nocivo" que la rodea en La Pelusa, para que purgue su condena con detención domiciliaria, que sería de unos cinco años por conservación y venta de estupefacientes.

La casa de la venta

El pasado 19 de marzo investigadores de la Policía de Manizales, capturaron mediante un allanamiento en la calle 30 con carrera 14 a Magolita y a Memín, abuela y nieto, por supuesta venta de estupefacientes. En su residencia vendían fichas de bazuco que costaban mil pesos.

En su poder les hallaron 87 envolturas y $1 millón 799 mil guardados en bolsas y alcancías, al parecer, producto de la venta del estupefaciente. Ante un juez de control de garantías no aceptaron cargos, pero los enviaron a la cárcel. Luego, la anciana aceptó el delito, pero su nieto no.

Dato

A Memín no solo lo señalan de ser expendedor, sino que al parecer participaba en riñas con otros jóvenes de La Pelusa y San Ignacio a puñal. En una de esas resultó herido.

Por una radiografía

Cuando la detuvieron, Magolita sostuvo que vendía bazuco para poderse pagar una radiografía, pero esta tenía un costo de $270 mil, una sexta parte del dinero que le encontraron en su poder.

Tradición

Un testigo y cliente de los expendedores sostuvo que durante 30 años fue cliente de la señora.