LA PATRIA | MANIZALES
Escuchar gritos de mujeres pidiendo auxilio en las mañanas se volvió recurrente en el paradero de buses de la calle 65 con carrera 31, del barrio Fátima. Se trata de universitarias y trabajadoras que desde antes de las 7:00 son despojadas de sus celulares, portátiles y del dinero que cargan.
Residentes de la zona aseguran que allí los ladrones están ensañados. Intimidan con cuchillos, navajas, revólveres y hasta con culebras, como pasó recientemente. Reconocieron que varias de las víctimas dan papaya en ese paradero, porque hablan, muy frescas, con sus celulares o, incluso, prenden los computadores.
Unos dicen que quienes azotan este lugar son los mismos viciosos que madrugan a parcharse en la cancha aledaña a las escalas que conducen a la sede de la Universidad de Caldas y a la ESAP.
Otros sospechan que los robos provienen de drogadictos que después de las 7:00 de la noche cogieron el vicio de parquearse en la calle 65 con carrera 32c, al lado de una cancha de micro cercana a la Iglesia del barrio.
Pululan los viciosos armados
Allí, además de perfumar las viviendas con el penetrante olor a marihuana, “traen los cuchillos camuflados en las maletas y cuando llega la Policía, los esconden en el pasto. Incluso, hacen disparos al aire”.
“Hasta 50 motos se ven con pelaos que se mantienen drogados y alcoholizados. Vienen de Solferino, de El Aguacate, Zafiro, San Fernando y de Pio XII”, dijo uno de los habitantes.
Contaron que otro momento crítico en la zona es cuando hay partidos en el Palogrande. “Pasan sujetos que con su mera presencia asustan”.
Las víctimas aseguraron que uno de los rateros es un moreno, quien se mantiene con capucha y armado con cuchillo. Otros son dos monos zarcos, que se la pasan drogados y atracando. De un tercero dijeron que se llama Alexánder, y aseguran que tiene heridas en el pecho, muy cerca de la garganta, y en el cachete izquierdo. Además, es de piel blanca y se rapa la cabeza a los lados.
Para no despertar sospechas, algunos de los acusados andan bien vestidos, lo que hace que muchos se confíen.
Algunas dueñas de las residencias, en las que alquilan habitaciones para estudiantes, han perdido a sus clientes, pues declinan su deseo de vivir allí tras notar la presencia de los malosos.
Los indignados vecinos ya no saben qué hacer con tanto delincuente rondando el lugar. Suplican a la Policía para que instale un CAI en esa zona y para que infiltre agentes encubiertos; que ayuden a devolverle la paz al sector.
El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, aseguró que ya tienen identificados a varios de los que hurtan en Fátima. “Allí se realizan planes de seguridad y lo seguiremos haciendo hasta devolverle la tranquilidad a la comunidad, no solo de ese sector, sino de todos los lugares donde recibamos denuncias”.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015